
Una de las personas más ricas y poderosas del mundo, Elon Musk, cambió el rumbo de la tecnología moderna. Luego de trabajar para el presidente Donald Trump, ha vuelto a dar conferencias en las que brinda consejos para jóvenes fundadores de startups.
En 1995, Musk tenía 24 años y acababa de ser admitido en un programa de doctorado en ciencia de materiales. Su tesis, según él mismo contó, giraba en torno a ultracondensadores, potencialmente útiles para mejorar la autonomía de los coches eléctricos.
Sin embargo, esa idea quedó en pausa cuando descubrió el potencial de Internet. “Le pedí a mi profesor, Bill Nix, que me dejara posponer el inicio del doctorado un trimestre. Nunca volví”, relató.
Aquella primera aventura digital fue Zip2, una especie de guía urbana online que integraba mapas, direcciones y directorios de empresas. “No podía pagar un servidor T1, así que perforé el suelo de la oficina para conectar un cable directamente al ISP de abajo”, confesó.

El relato está plagado de momentos que rozan lo surrealista: compartir una oficina con su hermano Kimbal y su cofundador, ya fallecido, Greg Curry; lidiar con medios tradicionales que querían moldear Zip2 a su medida y vender la empresa por 307 millones de dólares.
A pesar de los millones que llegaron después, tanto con la venta de PayPal como con los éxitos de Tesla y SpaceX, insiste en que su motivación no ha sido nunca el dinero.
Antes, durante una conferencia en Y Combinator AI Startup School dio una serie de consejos para emprendedores de entre 18 y 25 años:
- Prepárense para el fracaso (en serio). “Empecé SpaceX esperando el fracaso. Dije que probablemente íbamos a morir. Pero una pequeña probabilidad de éxito es mejor que ninguna. Mi estimación era un 90% de probabilidad de fracaso. Los primeros tres cohetes se estrellaron. El cuarto funcionó, a duras penas”.
- La verdad supera al todo. “Una rigurosa adhesión a la verdad es lo más importante para la seguridad de la IA. Si obligas a la IA a creer cosas que no son ciertas, eso es lo que podría hacer que la IA sea muy peligrosa. Esto también aplica a tu startup. El autoengaño mata empresas más rápido que la competencia”.
- Sé lo más útil posible. “No aspires a la gloria, aspira a trabajar. ¿Qué tan útil has sido para tus semejantes multiplicado por cuántas personas? Es como la definición física del trabajo: Fuerza × Distancia. Tu impacto = Utilidad × Escala”.
- Destruye tu ego. “Internaliza la responsabilidad y minimiza el ego. Si tu relación ego-capacidad es demasiado alta, rompes el ciclo de retroalimentación con la realidad. En términos de IA, rompes tu ciclo de aprendizaje por refuerzo.

- Usa el pensamiento de primeros principios. Divide los problemas en elementos fundamentales en lugar de aceptar cómo se hacen las cosas. La mayoría de la gente razona por analogía: Los cohetes cuestan X porque siempre han costado X. Debes preguntarte ¿Cuáles son las materias primas? ¿Cuál es el costo mínimo teórico? Esto revela la brecha entre la realidad actual y lo físicamente posible.
- Haz lo que sea necesario. “Haces lo que sea necesario para tener éxito, sin importar si es grande o humilde. Yo dormía en el centro de datos e instalaba el cableado yo mismo a las tres de la mañana. Ninguna tarea es inferior a la tuya si hace avanzar la misión”.
- El futuro es salvaje. “Estamos en la etapa inicial del Big Bang de la IA. La superinteligencia digital podría suceder este año. Si no este año, el próximo seguro. Pronto habrá entre 5 y 10 veces más robots humanoides que humanos. La inteligencia humana será menos del 1% de la inteligencia total. No construyas una versión mejor de algo que ya existe. Construye algo que el mundo necesita desesperadamente, pero que no sabe cómo pedir. El próximo unicornio tendrá que esperar hasta que resuelvas algo que realmente importe”.
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