
Este domingo 26 de octubre, los argentinos volverán a las urnas para renovar 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado, en unas elecciones que marcarán un cambio importante en la forma de votar. Por primera vez en todo el país, se implementará la Boleta Única de Papel (BUP), un sistema que busca modernizar el proceso electoral, mejorar la transparencia y garantizar una competencia más equitativa entre los distintos espacios políticos.

La Ley N.º 27.781, que introdujo este formato, tiene como objetivo reducir irregularidades, simplificar el voto y asegurar la igualdad de condiciones para todas las agrupaciones. En lugar de las tradicionales boletas partidarias, cada elector recibirá una única hoja con todos los candidatos, donde deberá marcar su preferencia con una cruz o tilde. Este mecanismo, que ya se aplica en algunas provincias, debutará a nivel nacional en los comicios legislativos de este año.
Además, el voto es obligatorio para todos los ciudadanos argentinos de 18 a 70 años. El Código Electoral Nacional establece que el voto debe ser universal, igual, secreto, libre y obligatorio, lo que significa que cada ciudadano ejerce el derecho de elegir sin coacción ni discriminación, y que todos los votos tienen el mismo valor.
Quienes no concurran a votar sin una justificación válida deberán abonar una multa económica que va desde $50 hasta $500, dependiendo de la cantidad de infracciones acumuladas. Los electores que no emitan su voto ni justifiquen su ausencia en los 60 días posteriores quedarán inscriptos en el Registro de Infractores al Deber de Votar. En tanto, los extranjeros residentes en Argentina no podrán participar en estas elecciones nacionales.