En un rincón del cajón, olvidado y sin uso, muchos guardamos un pendrive vacío o viejo. Pero lo que pocos saben es que tener uno libre puede convertirse en una verdadera herramienta tecnológica con múltiples funciones. Lejos de quedar obsoleto, el pendrive puede ser clave para mejorar la seguridad digital, tener entretenimiento portátil o incluso salvar una computadora infectada.
A diferencia de otros dispositivos, el pendrive no necesita conexión a Internet, es compatible con casi todas las computadoras y se puede usar en cualquier momento. Tener uno libre te permite crear soluciones rápidas, portables y efectivas, incluso en situaciones de emergencia.
Entre los usos más inteligentes se destacan:
Convertirlo en una llave de seguridad para la PC. Con ciertos programas, se puede configurar para que la computadora solo se desbloquee si el pendrive está conectado. Una barrera física que protege tu información.
Instalar un sistema operativo portátil. Gracias a herramientas como Rufus o Ventoy, es posible cargar Linux o Windows en un pendrive y usarlo en cualquier computadora, sin modificar el sistema que ya tiene instalado. Ideal para emergencias o para trabajar desde equipos públicos.
Escanear y reparar computadoras infectadas. Existen antivirus portables y sistemas de rescate como Kaspersky Rescue Disk que permiten limpiar computadoras con malware desde el pendrive, incluso si el sistema no inicia.
Convertirlo en un centro multimedia portátil. Cargando películas, series o música, se puede conectar a televisores, consolas o parlantes y tener entretenimiento offline, en cualquier lugar.
Guardar copias de seguridad cifradas. Con programas como Veracrypt se pueden almacenar documentos sensibles en un entorno protegido. Una excelente opción para quienes viajan o necesitan transportar información privada.
Ejecutar aplicaciones sin instalación. Muchos programas tienen versiones portables que funcionan directamente desde el pendrive, sin dejar rastros en la PC. Desde navegadores hasta editores de imagen.
La próxima vez que veas un pendrive abandonado en tu casa, pensalo dos veces antes de dejarlo pasar. Ese pequeño dispositivo puede ser mucho más útil de lo que imaginás.
