
Gabriel Romanelli, el sacerdote argentino que resultó herido cuando un ataque de Israel a la Franja de Gaza afectó a una iglesia católica en Deir al Balah, aseguró este sábado que en la comunidad de la Sagrada Familia seguían “muy impactados” por el bombardeo que dejó a “la ciudad triturada”.
“Convenzamos al mundo de que esta guerra tiene que terminar”, clamó en un mensaje que publicó esta tarde en su página de Youtube el religioso de 55 años y en el que dio detalles sobre el sorpresivo ataque que afectó a los centros cristianos que asisten a refugiados.
Romanelli, que seguía reponiéndose de las heridas en una pierda y el abdomen el jueves, remarcó que a raíz del enfrentamiento por las tierras en esa porción de Asia “más de dos millones de personas viven una vivida invivible en la Franja de Gaza, esto no solo no da gloria a Dios, por el contrario lo ofende, no ayuda al ser humano y no ayuda a la paz en Tierra Santa, ni en Palestina ni en Israel”.
El sacerdote recordó que el jueves a la mañana cuando había terminado las oraciones y una entrevista de trabajo, salía de su despacho y bajaba por la escalera para ir a tomar un par de mates con otro sacerdote cuando se produjo el desastre. “Fue todo muy rápido, a la distancia se escuchó una gran explosión, no sabíamos nada”, acotó.
Y, remarcó que uno de los seminaristas de la comunidad “cayó inmediatamente al piso, lo asistimos” en el lugar pero después indicó que se dieron cuenta que fueron “15 los heridos”.
“Tengo una herida en la pierna y en el costado no es de gravedad, pero las esquirlas de metal causan mucho daño”, alertó sobre su estado.

Además, lamentó que solo allí por el ataque del jueves “han muerto tres personas, ancianas, una era la abuela del chico que quiere ser sacerdote, otra una viuda directora de escuela y uno de los porteros, un hombre muy bueno célibe que estaba sentado en la puerta, su lugar de trabajo” y a quien “había ido a visitar uno de nuestros jóvenes Nayib que ahora está en estado delicado de salud”.
“Lo alcanzaron esquirlas que le perforaron un pulmón” por lo que está internado “en estado delicado en el hospital cristiano, el anglicano de Gaza”, añadió. Y, remarcó que otro de los jóvenes heridos, Suhail, “recibió mas de una esquirla y eso le produjo daño interno a la altura del abdomen, fuera de peligro pero para seguir rezando ya que va a tener una recuperación larga”

El resto, dijo, “estamos bien, muy impactados aún”. Asimismo, reprochó que en “todo este tiempo había mucha actividad, bombardeos y se insistía en que estuvieran la mayor parte del tiempo abajo del techo y de hecho la esquirla entró por el costado”.
Romanelli contó que “la ventana tenía doble vidrio y también fue perforada y entró una esquirla por ahi. Si me quedaba allí Dios sabe lo que hubiese pasado. Gracias a Dios no fue mas grave el daño”.

Por otra parte, destacó que recibieron “una gran visita, un gran consuelo” con la llegada del patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa y el cardenal Teófilo de la iglesia griego-ortodoxa, que rezaron en la iglesia dañada, visitaron a las personas y los centros de atención.
En esa zona, al norte de la Franja de Gaza, resaltó que “hay diez centros de Cáritas donde se asiste a miles de personas diariamente” y apuntó que “el centro Santo Tomás de Aquino también fue alcanzado en esta guerra”.
“La ciudad sigue devastada cada vez más, esta triturada, nos ha llamado el Santo Padre, yo no tenía línea”, se lamentó y reveló que León XIV les dejó “palabras de consuelo, expresó su cercanía y sabemos que la tenemos”.

Asimismo, agradeció que lo “llamaron autoridades de distintos países”, y funcionarios, entre ellos el embajador argentino ante el Estado de Palestina (Martin Lafforgue), pero se disculpó con todos porque no pudo “ni siquiera agarrar el teléfono de lo caliente que estaba, no podía abrirlo”.
Como toda respuesta ante los muertos, heridos y daños a la comunidad cristiana en Gaza, el gobierno israelí adujo que se trató de “un error”, según lo informado ese jueves por Estados Unidos tras una comunicación con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Poco después, Netanyahu emitió un comunicado que indicaba que “Israel lamenta profundamente que una munición perdida impactara en la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza. Cada vida inocente perdida es una tragedia. Compartimos el dolor de las familias y los fieles”.
SMB
—