
¿Vamos a quedarnos sin trabajo por culpa de la inteligencia artificial? Esa es la pregunta que flota en el aire. Pero quizá haya una mejor: ¿cuáles son los nuevos empleos que ya están naciendo gracias a la IA, y cómo nos preparamos para ellos?
Vivimos una transformación laboral sin precedentes: algoritmos que redactan textos, resuelven trámites, recomiendan inversiones, corrigen imágenes y hasta deciden prioridades de atención en hospitales o juzgados.
Argentina ya está en ese mapa. OpenAI —la empresa detrás de ChatGPT— anunció una carta de intención junto a Sur Energy, para invertir hasta 25.000 millones de dólares, en un mega centro de datos de inteligencia artificial en la Patagonia. El proyecto, confirmado por Sam Altman, se llama Stargate y forma parte de una red global junto a Oracle y SoftBank. Con estas inversiones históricas en IA y una nueva cultura organizacional en plena construcción, surgen nuevos roles profesionales, como el de Chief Artificial Intelligence Officer (CAIO) novedosos y estratégicos.
El nuevo protagonista: el CAIO
El CAIO, no es una promesa lejana, es protagonista de un cambio que transforma el empleo tal como lo conocemos, exige estrategia, ética y visión. Es un punto de inflexión: si queremos que la IA genere valor en nuestro país, tenemos que preparar a nuestras empresas, a nuestras instituciones y a nuestros profesionales, de nuevos perfiles, de transformación. El cambio no es solo tecnológico, es organizacional y cultural.
¿La buena noticia? No hace falta ser programador, ni técnico de datos. Lo que hace falta es saber cómo aplicar la IA con propósito, estrategia, ética y visión. El CAIO no es un “jefe de tecnología” ni un “experto en sistemas”. Es quien piensa cómo incorporar la IA para mejorar procesos, anticipar riesgos, garantizar transparencia, cuidar los derechos de las personas y generar valor real.
Así lo explicó el consultor europeo Alex Moga, experto en gestión de innovación con IA:“El CAIO es el máximo responsable de la estrategia de i.a. en una organización, es un puente entre lo técnico, lo ético y lo estratégico. En Europa, su incorporación evitó que muchas empresas quedaran atrás. Argentina tiene ahora la oportunidad de hacerlo desde el inicio, con visión y responsabilidad”.
¿Dónde trabajan los CAIO?
Tanto el sector privado como el público empiezan a incorporar esta figura: En bancos, para auditar algoritmos que otorgan créditos. En medios, para controlar el uso de IA generativa y evitar deepfakes. En gobiernos, para gestionar trámites automatizados, respetar la privacidad y prevenir sesgos.En empresas de salud, para validar el uso de IA en diagnósticos y asegurar consentimiento informado.
¿En qué se diferencia de otros roles?
CTO (Chief Technology Officer): construye la tecnología, el “cerebro técnico”. Es como el ingeniero que arma los fierros. Se encarga de que todo funcione bien: los sistemas, los servidores, el código. Ejemplo: en Google, lidera la arquitectura que soporta modelos como Gemini. CTO construye la máquina. El CAIO decide para qué se usa, cómo impacta a las personas y cómo evitar que cause problemas.
CIO (Chief Information Officer): gestiona datos y sistemas de información, es el que hace que la empresa tenga sus archivos en orden, los sistemas andando y todo bien conectado. Ejemplo: en YPF, puede administrar plataformas como SAP para logística y compras. El CIO administra datos, plataformas; el CAIO toma esos datos, los transforma mediante IA, y plantea gobernanza de los modelos.
CCO (Chief Compliance Officer): garantiza que se cumplan leyes y regulaciones. Es como el “policía” interno que cuida que se respeten las normas: datos personales, contratos, normas anticorrupción. Ejemplo: en Mercado Libre, vela por el cumplimiento de normas de datos personales y lavado. El CCO controla normas tradicionales; el CAIO integra marcos emergentes como la auditoría de algoritmos, responsabilidad algorítmica, transparencia de IA
CAIO (Chief Artificial Intelligence Officer) : transforma todo eso en una estrategia de IA con legitimidad, impacto social y visión de futuro. No es el que programa. Es el que piensa cómo usar la IA para mejorar los servicios, sin discriminar, cuidando los derechos y creando valor real. Ejemplo: en JPMorgan Chase, el CAIO audita algoritmos crediticios para evitar discriminaciones y asegurar decisiones trazables.
En resumen: El CTO construye. El CIO conecta. El CCO controla.El CAIO transforma con propósito, ética y legitimidad.
¿Por qué estos puestos son cada vez más relevantes?
Porque la IA ya no es solo “una herramienta” sino un factor estratégico. En Argentina, con su promesa de convertirse en un hub de IA, hace que las organizaciones que no incorporen estos roles corran el riesgo de quedarse atrás.
El mayor obstáculo no es la tecnología pura: es la cultura organizacional. Tenemos una oportunidad única: inversiones históricas, una red de universidades y profesionales con gran formación, una ciudadanía cada vez más consciente. El tiempo corre.
La pregunta no es ya únicamente ¿voy a quedarme sin empleo? sino ¿voy a estar preparado para los empleos que están llegando?. ¿Estás listo para los nuevos trabajos que están naciendo gracias a la IA?El CAIO es solo el primero de muchos.
En esencia: no se trata solo de aplicar IA, sino de gobernarla. Ello exige perfiles nuevos, con visión, transversalidad y autoridad. El futuro laboral ya no es el que conocíamos: está siendo rediseñado, y los que lo comprendan primero tendrán la ventaja. Argentina puede liderar esta transformación. ¿Lo haremos o nos quedaremos mirando cómo pasa?
(*) Directora del Instituto de Derecho e IA del Colegio de Abogados y Procuradores de Neuquén
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fuente: inteligencia artificial: el CAIO – Diario Río Negro”> GOOGLE NEWS


