El Racing de Costas llegó a Santiago del Estero y desató la locura de los fanáticos de la Academia

Esperaban a Gustavo Costas y compañía un grupo cada vez más nutrido de hinchas que se ubicaron detrás del vallado dispuesto por la Policía en ambas veredas de la avenida Belgrano y también en la intersección con la calle Córdoba Norte. En ese aspecto, una primera diferencia marcada en comparación con Estudiantes, que ingresó pasadas las 14 al hotel Hilton casi sin acompañamiento de sus fanáticos.

En cuanto el micro racinguista se vio a la distancia, el griterío fue generalizado. Y sonó con más fuerza el hit: “Y vamo’, vamo’, vamo’, vamo’ la Acadé… Te vinimos a ver… Te vinimo’ a alentar… De la mano de Costas la vuelta vamo’ a dar”. Más temprano se había podido ver el rostro del DT-ídolo en una bandera y la contundente afirmación del dueño de ese trapo, un joven de entre 35 y 40 años, no admitió repregunta: “Nos cambió la vida. Lo amo”.

Lógicamente, el entrenador de 62 años -en busca de su primer título local tras conquistar la Supercopa Sudamericana 1988 como jugador y la Copa Sudamericana y la Recopa en su tercer ciclo como DT- fue el más ovacionado. Es el combustible del mejor equipo del fútbol argentino, sentencia que los hinchas no creen que se vaya a poner en juego el sábado ante el Pincha.

El amor de los hinchas de Racing para con Gustavo Costas. Foto: Fernando de la Orden

¿Qué otros jugadores pone el hincha de Racing en el podio del año? Hay un conexión especial con el enmascarado Santiago Sosa, una fija en el equipo titular a un mes y medio de la fractura que sufrió ante Flamengo. Sin embargo, el nombre que se repite no es otro que el de Adrián Martínez, quien en buena hora dejó atrás la racha de diez partidos sin convertir al marcar frente a Boca por las semifinales. Bajó del micro junto a Gabriel Arias y es también el nombre que más se vio en el estampado de las camisetas de los hinchas y en la de los vendedores que exhibieron las prendas en plena la vereda.

Y, justamente, Maravilla fue otro de los más aclamados. Sueñan los racinguistas con otro gol de su goleador, como en Asunción, que les dé un nuevo título y la clasificación a la próxima Copa Libertadores.