“El próximo Congreso no puede ser una trinchera”

La campaña electoral para renovar el Congreso ha comenzado y con ella se desató una ola de publicidades que más que propuestas, son un espejo de la profunda miseria política que paraliza a la Argentina. Si el propósito de estos comicios es elegir senadores y diputados que colaboren en la construcción de un futuro, la retórica dominante sugiere que la única misión de una parte de la oposición es exactamente la contraria: frenar a Milei, aparte de desestabilizar y sabotear.

El diagnóstico es ineludiblemente cínico. Gran parte del espectro político opositor, encabezado por Fuerza Patria (kirchnerismo) y sus aliados ideológicos de la izquierda, ha reducido su plataforma a una sola y hueca consigna: frenar a Milei. Vemos con vergüenza ajena cómo una fuerza política que gobernó durante años y que dejó un tendal de estancamiento e inflación, ahora se rasga las vestiduras con la indignación moral de un novicio. Es un espectáculo grotesco ver a ex funcionarios y referentes de este espacio señalar la corrupción o la falta de sensibilidad social, como si su condenada jefa espiritual y la larga lista de procesados que la acompañaron estuvieran libres de culpa y cargo. La hipocresía es el único capital político que les queda.

La ciudadanía no es ingenua. Sabe que esta estrategia del cuanto peor, mejor, solo tiene un objetivo de fondo: recuperar las cajas del Estado para sostener la maquinaria clientelista que garantiza su supervivencia política. Se trata de una lucha por la billetera, no por el bienestar del pueblo argentino.

La escasez de alternativas constructivas es alarmante. Es por eso que alianzas como Hagamos Futuro merecen ser señaladas. No porque sean perfectas, sino porque al menos intentan salir de la trampa. Proponen, en lugar de destruir.

El próximo Congreso no puede ser una trinchera. Los argentinos necesitan legisladores que presenten iniciativas y sancionen leyes para salir de la miseria, una oposición seria que proponga una alternativa de crecimiento y que esté dispuesta, de una buena vez, a poner los intereses de la Nación por encima de los relatos y las cajas.

Francisco Manuel Silva frsilva50@gmail.com

OTRAS CARTAS

Elecciones legislativas

Por una multa de tránsito, un automovilista debe pagar miles de pesos por haber cometido una contravención. Cuando ese mismo automovilista, también ciudadano, incumple injustificadamente su deber cívico de votar, la multa se reduce tan solo a $ 50 por haber vulnerado una norma contenida en el Código Electoral (Ley 19945). Algunas cosas son absurdas en nuestro país y, en algunos casos, alcanzan niveles de ridiculez monumental.

Patricio Oschlies poschlies@yahoo.com.ar

Comienza la última semana antes de las elecciones. La llaman “de reflexión”. Pero seamos sinceros: hace rato que nadie reflexiona. El Gobierno corre detrás de los precios, la oposición corre detrás del enojo y el votante, detrás de una esperanza con recibo de sueldo. Las encuestas ya no predicen: tantean. Los candidatos prometen “lo que esta vez sí”. Y los mercados miran, esperando que alguien se equivoque para decir “te lo dije”. Habrá ganadores, sí. Pero más que eso, habrá explicadores: todos encontrarán una excusa brillante para justificar lo que el pueblo decidió sin consultarlos. Argentina se juega otra vez su destino. El país sigue buscando representantes, pero el que tiene que aparecer es el ciudadano.

Liliana Canaves canavesliliana@gmail.com

Los actuales Presidente y vice han sido elegidos para cumplir 4 años de mandato. Llevan un año y 10 meses. El Gobierno debe gobernar para todos los ciudadanos, y los ciudadanos todos debemos ayudar constructivamente para salir como país adelante. Las elecciones deben ser un instrumento para que todo eso se pueda concretar.

Carlos Alberto Castriota ccastriota2009@gmail.com

El rescate financiero de EE.UU.

La Argentina pidió dos veces asistencia financiera en seis meses. El Nobel de Economía Paul Krugman señaló en un artículo que la estrategia económica de Javier Milei basada en la “estabilización en el tipo de cambio” pisando artificialmente el peso para combatir la inflación ha colapsado repetidamente en América Latina. Recordó el 2001. Entidades como el FMI -o ahora el Tesoro de EE.UU.- prestan dinero al Gobierno argentino, los fondos fluyen inmediatamente hacia afuera mediante fuga de capitales, lo que ocurrió también del 2016 a 2019.

Los inversores aprovechan la sobrevaloración del peso para vender activos a precios inflados, solo para que la moneda colapse nuevamente. Deberíamos leer la historia y no volver a tropezar dos veces con la misma piedra.

Damián Pablo Martínez damianargentina42@icloud.com

fuente: CLARIN

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