
Melanio Meza López, encargado del edificio donde vivía la intelectual, asegura que ella le dejó su departamento y su gata Nini.
Seis meses después de la muerte de Beatriz Sarlo, ocurrida en diciembre de 2024 a raíz de un ACV, una inesperada disputa sacude su legado: el portero del edificio en el que vivía, Melanio Alberto Meza López, se presentó en la Justicia para reclamar la herencia del departamento y la custodia de Nini, la gata de la ensayista. Como prueba, presentó dos notas escritas supuestamente por Sarlo. En una de ellas, fechada en junio de 2024, ella le encomienda el cuidado del animal. En otra, del 2 de agosto, también lo designaría como destinatario de la vivienda.
Sin embargo, los documentos no están certificados por escribano, y el círculo íntimo de Sarlo niega que tengan validez legal. De hecho, sus amigos difundieron una carta abierta en redes sociales apoyando a Alberto Sato Kotani, su exmarido, como legítimo heredero. Señalaron que, aunque separados de hecho desde hace décadas, nunca firmaron el divorcio y mantuvieron un vínculo continuo. Sato viajó desde Chile tras el fallecimiento de Sarlo para autorizar la cremación y encabezar la sucesión judicial.
Mientras tanto, la causa está en manos del juez Carlos Hugo Gogg, quien ordenó una pericia caligráfica para determinar si las notas fueron realmente escritas por la intelectual. La polémica se profundizó cuando se hallaron vinilos de Sarlo en venta en una disquería de segunda mano, lo que sus allegados interpretaron como una maniobra de Meza López para lucrar con sus bienes. Si su reclamo no prospera, y si no se reconoce la validez del matrimonio con Sato, el destino del patrimonio de Sarlo podría pasar a manos del Estado porteño.
“El Encargado”
Porque el portero del edificio de Beatriz Sarlo, que falleció en 2024, se presentó con un testamento de puño y letra de la intelectual donde le cedía su departamento a él: será sometido a pericias caligráficas. pic.twitter.com/AjhIznj9Np
— Tendencias en Argentina (@porqueTTarg) June 24, 2025