El periplo departamental de un equipo liderado por el legislador de las causas difíciles.
Juanjo Blangino consigue hazañas que no se veían en décadas, muy parecido al tremendo viaje de la selección argentina de fútbol hasta ganar el Mundial.
Recorriendo (en tiempo récord) una exploración intensa que lo llevó a incursionar en política desde no hace tanto tiempo, en comparación con las dilatadas carreras de otras figuras partidarias, ha sabido conquistar territorios que sólo podría hacerlo alguien con destrezas, credenciales y convicciones muy fuertes.
El primer tour, que en su anterior campaña lo llamaron “la ola celeste”, lo subió rápidamente a una aventura que lo hizo aterrizar en tierras departamentales rojas. Terreno incierto, todo para caminar, todo para encantar, todo por hacer, casi de cero.
En esta elección, con el mapa pintado un poco más de celeste, le toca revalidar títulos y redoblar apuestas para mantener la vanguardia arrasadora que marca sus propios estándares. Sin dudas vuelve a probar que, de donde salió lo que se logró, hay mucho más y parece que sólo es la punta del iceberg: capaz nos sorprende con un masterplan que ni imaginamos…
El mientras tanto
Esta historia muestra al jugador que mejor juega en toda la cancha, el capitán que une a un equipo que estaba disgregado y hasta algunos integrantes ni se conocían. Caminar el Departamento uniendo posibilidades, estableciendo puentes, conectando viejas guardias con innovación de “la nueva política” e imprimiendo sello particular dejando bien parado el apellido y la función pública, lo convierte en ese elemento que amalgama toda esta mezcla transicional para formar una causa integradora.
Toca sufrirla en varios pueblos, es que es imposible e inviable agradar a todos: estamos en una sociedad plural y hasta se viven rivalidades insalvables en muchos rincones del Departamento. También toca “pilotearla” en este nuevo entramado que le propuso el DT Martín, en el que se suman los jugadores de todos los clubes aunque la condición es que la mayoría sean “amigos del capitán”; los demás son parte del planteo táctico y vienen con el paquete.
La magia está en hacer brillar a todos, que sean ese diamante que forma parte de las joyas de la corona, que sean un “dream team”, que sean el progreso que no cansa y eso se notó mucho en los actos de campaña. Cada encuentro, perfectamente modelado con detalles muy cuidados, son una maravilla de la simbología y manual del arquetipo elegido para esta oportunidad. Es un placer casi sinfónico el despliegue montado en cada locación poniendo en valor al jugador local y en compañía de todo el plantel de “la selección”.
Juanjo, el “Legislador de los casos difíciles”
Los hitos se sucedían casi por efecto dominó, empezando con la unión del PJ Montecristense. Una gran odisea que nadie había podido lograr en muchísimos años. Habrá sido por orden natural, consenso, miedos, obediencia y/o mucho más, lo cierto es que la unidad se consolidó y no hace falta relatar tanto: los resultados de las elecciones hablan por sí solos.
Con esa percha y con cucardas puestas en exhibición por encima de ese manto marrón que se calzó para honrar al santo gaucho, “el Juanjo” los entusiasmó, los pechó, los levantó, los puso a jugar y ganaron este mundial departamental.
Esta vuelta pinta linda, con los astros y escaños alineados, está todo dicho para que tengamos unos años de prosperidad, que nos lleve a un nivel de desarrollo mayor, que nos ponga en un mapa más grande y que estemos a la altura para cumplir las expectativas de ese desafío que empieza hoy mismo.
