
Este miércoles, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) monitorea sin descanso dos ciclones: al huracán Kiko, sobre las aguas del Pacífico oriental, y a Lorena, que hasta hace pocas horas era una tormenta tropical y ahora cobró fuerza y ya se cataloga como el tercer huracán de la temporada.
Septiembre y octubre suelen ser los meses más activos en la temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre. Los especialistas también anticipan que más tormentas tropicales podrían volverse huracanes en las próximas semanas.
La trayectoria del huracán Lorena este miércoles, 3 de septiembre
De acuerdo con reporte matutino del NHC, Lorena se encontraba el miércoles a unos 195 kilómetros (120 millas) al sur-suroeste de Cabo San Lucas, México, con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora (75 mph). Se movía en dirección noroeste a 22 km/h (14 mph).

Un ciclón tropical es una gran tormenta que se forma sobre el mar caliente de zonas tropicales o subtropicales (cerca del ecuador). Tiene una forma circular, con nubes y lluvias organizadas alrededor de un centro claramente definido. Un ciclón se fortalece del agua cálida del océano y, según su intensidad, puede convertirse en una tormenta tropical o en un huracán.
Se pidió a los habitantes del suroeste de México y la península de Baja California que estén atentos al avance de la tormenta. Se emitió una alerta de huracán desde Cabo San Lucas hacia el norte hasta Cabo San Lázaro.
Se pronostican vientos fuertes y acumulaciones de lluvia de hasta 38 centímetros (15 pulgadas) en partes de Baja California Sur y el suroeste del estado de Sonora hasta el viernes. El servicio meteorológico advirtió que las acumulaciones de lluvia podrían fluctuar dependiendo de la trayectoria de la tormenta, y era posible que se produjeran inundaciones repentinas.
La trayectoria del huracán Kiko este miércoles, 3 de septiembre
Mientras tanto, el huracán Kiko se intensificó con vientos máximos sostenidos de 169 kilómetros por hora (105 mph) mientras viajaba hacia el oeste sobre aguas abiertas a unos 2.800 kilómetros (1.740 millas) al este de Hilo, Hawai, dijo el centro de huracanes.

Kiko era un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, que va de 1 a 5. Los meteoros de categoría 3 o superior se consideran huracanes “mayores”.
Hasta el momento, el ciclón sigue su trayectoria por aguas abiertas, en el Pacífico oriental. No hay peligro para tierra firme, dijeron los meteorólogos. De todas formas, Kiko podría convertirse en un huracán mayor a últimas horas del miércoles.
Los avances en los modelos de pronóstico han mejorado la capacidad de prever trayectorias, pero anticipar la intensidad exacta de estos fenómenos sigue siendo un reto. Por ello, expertos recomiendan que comunidades costeras y viajeros se mantengan informados a través de los reportes oficiales.
Con información de AP.
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