Nada de hilo rojo. Esta historia merece ser contada con los tonos apropiados. Aquel color, si bien simboliza el amor, sería poco adecuado para graficar el momento que quedó inmortalizado a través de la lente de una tercera persona que poco y nada tenía que ver con esta historia sobre un romance que estuvo a punto de naufragar, pero cuya llama se reavivó a más de 1.300 kilómetros de distancia del lugar donde nació impulsado por una pasión en común: Racing Club.
En La Nueva Olla de Asunción, tras una conquista de Copa Sudamericana que, días después, no deja de entregar historias de todo tipo, fue donde una tribuna entera alcanzó a ver ese hilo celeste y blanco que unió el destino de dos jóvenes, académicos de alma, que fueron novios por 7 años, pero que por cuestiones de la vida se separaron hasta el pasado sábado.
“Me gritó de tribuna a tribuna y me hizo reír, como siempre”, escribió ella en una publicación en redes sociales. Estaba claro en sus palabras que había algo que extrañaba tanto o más que celebrar una victoria o un título de su club. Él, al parecer, también añoraba ese pasado mejor.
Racing ya había superado ampliamente en el juego a Cruzeiro en la primera etapa y había sufrido en la segunda, con el descuento de los brasileños. Y Roger Martínez ya había realizado esa interminable corrida de casi media cancha para estampar el 3-1 con un zurdazo cruzado para desatar la locura blanca y celeste en Paraguay.
Esto es Racing https://t.co/NWasGiVGAD
— Racing Club (@RacingClub) November 25, 2024
Después de aquella sucesión de eventos afortunados, en el campo de juego continuaban los festejos. Y en la tribuna también, aunque con una diferencia: mientras todos saltaban y cantaban con la poca voz que quedaba, ellos, los protagonistas de esta historia, volvieron a verse y a encontrarse a metros del alambrado. Y a kilómetros de su hogar.
La secuencia muestra a él tomándola de la cara y a ella posando sus palmas en la cintura de quien había llegado a Asunción para ver la final de la Copa Sudamericana como su ex. Ambos sonríen. Lucen felices. Nadie más que ellos supo, en ese preciso momento, si era por la consagración de un hijo pródigo de la casa como Gustavo Costas o por el instante mágico en que parecieron volver a mirarse con complicidad.
Una toma posterior ya los muestra cara a cara, muy cerca. Ambos cierran sus ojos como encontrando dentro de sí aquellos momentos en que fueron igual de felices. Probablemente, muchos de esos instantes -y esto es lo más incomprensible y hermoso del fútbol- fueron con Racing como denominador común.
“Una desconocida nos dijo que éramos muy tiernos y que nos sacó fotos, jaj! 7 años de novios y nunca tuvimos unas tan lindas lpm”, comentó ella en el cierre de su mensaje. Parecía no poder entender nada de lo que le sucedió en La Nueva Olla. Pero al mismo tiempo, disfrutarlo como nunca.
“Nos comimos la boca”
Agustina Nucera, conocida en redes como @nuzbelito, contó el cierre de la historia en Olga, el canal de streaming en el que trabaja.
“Yo estaba en la tribuna y él estaba en una (tribuna) de arriba. De repente empecé a escuchar que chiflan, chiflan y chiflan hasta que miro para arriba y estaba mi ex con todos sus amigos. Me empezó a gritar ‘si la ganamos, bajo, te saludo y la levanto con vos’. Bien de cancha, lo más reo que te imagines”, graficó.
Luego, amplió: “La ganamos, la levantamos, bajó, hubo un cruce de miradas y me dijo ‘vení’. Bajé y nos comimos la boca”.
Después del Racing campeón se viralizó un tuit y pasó esto. pic.twitter.com/2qZIlapYAu
— OLGA (@olgaenvivo) November 25, 2024
La imagen de ambos que se viralizó fue tomada por una joven a la cual no conocían. “Una chica bajó y nos dijo ‘che, no sé en qué situación están ustedes, pero les dejo la foto y hagan lo que quieran’”, recordó.
Sin embargo, contra todos los pronósticos, el regreso hacia Argentina no lo transitaron juntos. “Él volvió inmediatamente, salió del estadio y se subió un micro rumbo a Buenos Aires”, contó.
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