El Gobierno nacional admitió ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) que durante julio intervino en el mercado de futuros de dólar por un total aproximado de US$5.000 millones. Según el informe técnico presentado ante el organismo, la medida se tomó luego del desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LeFi), lo que generó una fuerte volatilidad en el tipo de cambio y un incremento de la tasa de interés.
Desde el Ministerio de Economía explicaron que estas operaciones fueron “limitadas y temporales” y que buscaron estabilizar el mercado ante un contexto de tensiones financieras. Aunque el número final se conocerá a fines de agosto, el reporte del FMI ya advierte que la posición neta abierta del Banco Central aumentó más de US$3.000 millones respecto al cierre de junio.
El FMI respaldó el uso puntual de este tipo de herramientas en situaciones de desorden en el mercado, pero recomendó que no reemplacen otras políticas monetarias de fondo. Además, instó al Banco Central a mejorar el marco monetario, avanzar en la acumulación de reservas y establecer una comunicación más clara sobre el rumbo económico.
