
El rescate de Estados Unidos al gobierno de Javier Milei sirvió el viernes para hacer retroceder al riesgo país y mejorar temporalmente la confianza de los inversores en Argentina. Sin embargo, el feriado no permitió ver cómo reacciona el mercado local y cuál será el impacto sobre el dólar de la intervención directa del Tesoro norteamericano con la venta de divisas (y compra de pesos).
Por eso, la semana que arranca será clave para que el mercado demuestre si el “show me the money” de Scott Bessent fue suficiente o persiste la desconfianza a dos semanas de las elecciones legislativas. ¿Se sostiene el dólar dentro de las bandas de flotación cambiaria en los próximos días? Clarín se lo consultó a distintos economistas.

Para Javier Timerman, socio director de AdCap, los problemas siguen estando ahí porque “Argentina no acumula la cantidad de dólares que los inversores consideran suficientes para hacer pagos a los compromisos y poder acceder a los mercados”.
“La reacción del mercado hay que seguirla en las próximas semanas y dependerá de la interacción entre el resultado de las elecciones, la reacción política oficial y la flexibilidad de las bandas de flotación del dólar, que pueden ser flexibles, correrse y tener realineamientos como en otros regímenes monetarios del mundo”, planteó.
Y analizó: “El Tesoro de Estados Unidos le da al gobierno argentino lo que más necesitaba, que es tiempo -incluso más que dólares-, para tener estabilidad y que se sienta más cómodo. Pero ese tiempo se va a agotar si las políticas siguen siendo las mismas y si no hay un shock de confianza para que el riesgo país baje a 300 o 400 puntos básicos”
“Siempre el problema fue que no se generaban la suficiente cantidad de dólares en la economía, y el Gobierno lo escuchó de todos los inversores, economistas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Tesoro norteamericano. Hay que acumular reservas no solo cuando se toque el piso de la banda y creo que eso va a ser una política oficial después de las elecciones”, concluyó.
Carlos Melconian, vicepresidente de Macroview, observó: “El rescate de Estados Unidos es una decisión tan fuerte, como política y electoral. Se perdió la credibilidad del mercado en el gobierno y si no nos mostraban el dinero, el lunes íbamos a tener un problema”.
“Ese problema económico se viene cocinando desde antes, no es solamente de liquidez y es previo a las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, que corrieron el velo”, sumó.
“La estrategia oficial con el dólar fracasó, no solo por las bandas. No se lograron acumular reservas para pagar los intereses de la deuda o refinanciarlos. Hubo mala praxis al liberar la compra de dólares para las personas. Las personas ‘humanas’ le sacaron los dólares a los exportadores”, contextualizó.
En tanto, Dante Sica, socio fundador de Abeceb, confió: “Se debería esperar un mercado mucho más tranquilo. La confirmación del swap y la intervención directa del Tesoro es una señal fuerte. Había una exageración del pesimismo porque los fundamentals están, y son el superávit fiscal y comercial”.

“Las expectativas negativas eran exageradas”, -insistió Sica- “y esto debería cambiar al mercado.” El economista espera que después de las elecciones se aclare el panorama político, con el gobierno tendiendo alianzas y discutiendo con la oposición el Presupuesto 2026.
Además, destacó que la reunión del martes 14 de octubre entre los presidentes Javier Milei y Donald Trump debería mostrar certezas respecto a las condiciones y la continuidad de la ayuda de Estados Unidos, así como un posible acuerdo comercial para los aranceles recíprocos de importación, que puede ser “una buena señal”.
Un economista que prefiere no dar a conocer su nombre como condición para hablar con Clarín analizó: “Es una gran medida que se mantengan las bandas cambiarias porque peor es la flotación en este contexto. Y Scott Bessent está diciendo que sigue el sistema de bandas, que es lo más apropiado para la Argentina”
“Es un mensaje de que no conviene apostar contra el techo de la banda porque va a aparecer el Tesoro de Estados Unidos con US$ 20.000 millones para usar como más convengan. En vez de dárselos al Banco Central (BCRA) intervienen ellos directamente a través de bancos internacionales”, siguió.
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