“El desafío de recuperar la educación como el servicio esencial que es”

La Constitución Nacional de 1853 consagró en su Art. 14 el derecho de enseñar y aprender, y en el Art. 19, que las provincias garanticen los principios de gratuidad y equidad de la educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades nacionales. El lapso entre 1880 y 1930 es considerado de gran importancia en la historia argentina, al ser el período en el que se construyó la nación y junto a ella, la creación de una identidad nacional, la integración del pueblo y su educación para alcanzarla.

En 1882 se desarrolló en Buenos Aires el 1er Congreso Pedagógico Internacional. Se sentaron las bases de la educación argentina plasmadas en la Ley 1420 de 1884. Allí se establece que la “instrucción primaria debe ser obligatoria, gratuita, gradual”. Desde fines del siglo XIX hasta las décadas de 1960/1970, la escuela fue esencial para mejorar la calidad laboral de los argentinos para convertirlos en ciudadanos.

Los que tuvimos la suerte de vivir esa época del siglo XX de la mano de una educación pública de excelencia, de transitar la escuela primaria que fue verdaderamente nuestro segundo hogar y del Hipólito Vieytes en el secundario, nos sentimos realmente privilegiados. Nos brindó las herramientas necesarias para la universidad.

Pero ¿qué nos pasó? En las últimas tres décadas, la decadencia del Estado o su casi destrucción fue acompañada por el empobrecimiento y la polarización de la sociedad, así como por la desarticulación de sus instituciones y la falta de educación. La tarea de educar es impostergable y mientras más se demora un país en educar, más rezagada va a estar en su integración al mundo en el siglo XXI.

A diferencia de la educación popular, la educación populista no busca transformar una sociedad, su estructura y relaciones, sino todo lo contrario. La educación populista no da, quita. El populismo nada como pez en el agua con un pueblo sin educación.

El gobierno libertario en el Presupuesto 2026 para educación prevé una inversión que equivaldrá al 0,75% del PBI, un nivel bajo en comparación con la última década. Y se eliminaría el piso legal del 6% del PBI que establecía la Ley de Educación Nacional.

¿En cuántas cuotas tendremos que pagar el alto costo de la ignorancia? Los que ahora subsistimos con una magra jubilación, ¿llegaremos a ver renacer nuestra nación? Este es el desafío que tiene por delante el nuevo Congreso. Y nosotros, a través del sufragio, tenemos la libertad de cuidar el rumbo de nuestro país. Porque es tan peligroso el populismo de izquierda como el de derecha.

Francisco Manuel Silva frsilva50@gmail.com

OTRAS CARTAS

Respeto irrestricto de la ley en el juicio por Cecilia

La Justicia es representada por una mujer con los ojos vendados, con una balanza en una mano y una espada en la otra. La espada simboliza la ley, la que tiene que ser observada siempre. Recordemos el diálogo de Sócrates y Critón cuando el primero es condenado a muerte. Sócrates no acepta argumentos y elige la ley sobre la posibilidad de escapar pues ella estaba por encima de todo y como buen ciudadano debía respetarla y aceptarla, aunque fuera injusta. Por ese concepto eligió la muerte a la huida. Por respeto a ella.

En Argentina muchos de sus gobernantes han perdido todo respeto por la ley, han dejado de ser buenos ciudadanos y así cuando una norma jurídica se convierte en una molestia, en un obstáculo para los fines políticos del gobierno de turno, simplemente se la cambia por otra a medida de las intenciones del poder sin que importe que se trate de una inocente prescripción del derecho civil, la esencia del derecho penal, o la Constitución Nacional.

Por ello el trámite del juicio por jurados en Chaco fue brillante en atención al minucioso respeto de la ley por todos los que resolvieron un litigio difícil, complejo, sin desentonar un ápice. Triunfó la ley, la verdad, en suma… la Justicia.

Dr. Hector Luis Manchini hectormanchini@gmail.com

Medicina preventiva y productos saludables

Aunque no entraña una novedad, decirlo, una vez más, resulta clave: a partir de los 40 años aproximadamente lo ideal es que todos se sometan a controles médicos periódicos. Adhiero a esta consigna porque aspiro a que otros no sean víctimas de una experiencia que, en mi caso, estuvo signada por la dejadez y el desinterés. Demoré controlar mis elevados niveles de colesterol y glucemia, y hoy me encuentro aplicado a la urgente misión de doblegarlos.

La medicina preventiva es vital y, en este sentido, los supermercados que cuentan con góndolas destinadas a pacientes celíacos también deberían disponer de sectores donde se ofrezcan productos con índices -casi nulos- de grasa y azúcar. Esa oferta atenuaría el dañino impacto que algunas mermeladas, panes, galletitas y golosinas ejercen sobre el organismo. Optar por carnes magras, pescados y verduras se torna prioritario. Pasada cierta edad, la arterioesclerosis y la muerte súbita acechan. Por eso es imperioso atender las indicaciones de los profesionales.

Alejandro De Muro demuroalejandro4@gmail.com

“No se soporta otro capítulo de la impunidad de siempre”

Les escribo a los jueces de la causa Cuadernos con respeto institucional, pero con una indignación que ya es imposible callar. La sociedad está cansada de ver cómo este juicio avanza a un ritmo que no se condice con la gravedad de los hechos. La Argentina exige un juicio presencial, continuo y sin concesiones, con tres audiencias por semana como mínimo. No hay justificación válida para seguir demorando lo que debe resolverse con firmeza.

Es evidente que algunos abogados buscan dilatar, trabar y enturbiar el proceso. No permitan que esto se convierta en una forma de impunidad. Cada día que pasa sin avances es un mensaje peligroso para el país entero: que la corrupción puede esperar, pero la justicia no. Ustedes tienen la responsabilidad histórica de ponerle fin a esta dinámica. No cedan, no se detengan, no entren en el juego de quienes quieren desgastar la causa. La ciudadanía necesita ver un Poder Judicial que actúe con coraje, sin miedo y sin privilegios.

La verdad está ahí. Y también están las responsabilidades. Les pido que no permitan que este proceso termine favoreciendo a Cristina Fernández de Kirchner ni a ninguno de los involucrados. La Argentina no soporta otro capítulo de impunidad para los mismos de siempre. Sólo hace falta decisión para llevar la verdad hasta el final.

Maria Inés Blomberg Inesblomberg@gmail.com

fuente: CLARIN

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