
En las últimas horas se conoció que Pablo Laurta, el acusado de asesinar a su expareja Luna Giardina y a su exsuegra Mariel Zamudio, y de secuestrar a su hijo de cinco años, fue uno de los principales impulsores de “Varones Unidos”, un colectivo uruguayo que promueve discursos antifeministas y pone en duda las denuncias por violencia de género.
Este espacio, que nació como una comunidad digital en Uruguay, se define como un movimiento que busca “incorporar la perspectiva masculina en el debate de género” y cuenta con presencia en redes sociales y foros de distintos países.

Desde sus plataformas, “Varones Unidos” sostiene que los hombres son víctimas de un supuesto “sistema feminista” que los discrimina en temas como la tenencia de hijos, las causas judiciales y los vínculos familiares.
El grupo también difundía mensajes donde se inviertían los roles de víctima y agresor: desacreditando a las mujeres denunciantes al calificarlas de “manipuladoras” o “psicópatas”, y planteaban que las denuncias por violencia eran “falsas”. Laurta fue uno de los fundadores del colectivo y utilizó sus redes para replicar ese discurso, vinculando su conflicto personal con Luna Giardina a esa narrativa.

En uno de los posteos, el acusado afirmaba ser víctima de “secuestro parental” y responsabilizaba a su expareja por obstaculizar su vínculo con el hijo que tenían en común. Además, negaba las denuncias por violencia que pesaban en su contra en Uruguay y en Argentina.