
El Gobierno nacional dio a conocer hoy el proyecto de reforma laboral que ya ingresó en el Senado, y dentro de su articulado incluyó al Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI), un esquema que establece beneficios fiscales para inversiones de entre US$ 150.000 y US$ 9 millones.
Dicha iniciativa era especialmente esperada por la agroindustria, ya que este sector fue excluido del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y solicitaba la puesta en marcha de alguna iniciativa que permita que las nuevas inversiones cuenten con amortizaciones aceleradas y reintegro del IVA.
Según detalla el Título XXIII del proyecto, los objetivos del régimen son “incentivar las medianas inversiones nacionales y extranjeras a fin de garantizar la prosperidad del país; promover el desarrollo económico y de las cadenas de valor; desarrollar y fortalecer la competitividad de los diversos sectores económicos; incrementar las exportaciones de mercaderías y servicios; y favorecer la creación de empleo”.
Los beneficiarios del RIMI serán aquellas empresas catalogadas como micro, pequeñas y medianas empresas (hasta la categoría de Mediana Empresa Tramo 2 inclusive) que realicen inversiones productivas que realicen en el país durante los dos primeros años contados a partir de la fecha de entrada en vigencia del régimen.
Dichas inversiones serán aquellas destinadas a “la adquisición, elaboración, fabricación y/o importación de bienes muebles nuevos -excepto automóviles-, amortizables en el impuesto a las ganancias, así como a la realización de obras, a ser afectadas directamente al desarrollo de actividades productivas en el territorio argentino”, mientras que no serán consideradas como tales las inversiones en activos financieros, de portfolio y bienes de cambio.
Pero, en el artículo 176 hace especial mención a determinadas inversiones especiales para el agro, como las efectuadas en sistemas y/o equipos de riego, bienes de alta eficiencia energética, mallas antigranizo para el sector agropecuario y en bienes semovientes (ganado), las cuales serán susceptibles de promoción, independientemente del monto de la inversión involucrada.
El monto mínimo de las inversiones para acceder a beneficio varía según la categoría de las empresas: para las micro, US$ 150.000; para las pequeñas empresas, US$ 600.000; para las medianas empresas Tramo 1, US$ 3,5 millones; y para las medianas empresas Tramo 2, US$ 9 millones.
La amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias variará según la inversión realizada: para bienes muebles amortizables, dos cuotas anuales, iguales y consecutivas; para inversiones en obras, como mínimo en la cantidad de cuotas anuales, iguales y consecutivas que surja de considerar su vida útil reducida al 60% de la estimada; en equipos de riego agrícola y/o equipos de alta eficiencia energética, en una cuota; en bienes semovientes amortizables, dos cuotas anuales, iguales y consecutivas; y en mallas antigranizo, en una cuota.
En cuanto a la devolución de créditos fiscales en el IVA, otro de los beneficios fiscales del RIMI, los mismos “podrán computarse a los efectos de su devolución prevista en este régimen, luego de transcurridos tres períodos fiscales mensuales contados a partir de aquél en que haya resultado procedente su cómputo”.
Apoyo de la agroindustria
La inclusión del RIMI fue bien recibida por entidades del agro, en especial, por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), la cual sostuvo que ha gestionado el mismo.
“Las gestiones y acuerdos con el ministro de Economía, Luis Caputo, autoridades del Ministerio de Economía; Consejo de Mayo más la Senadora Carolina Losada han sido exitosos para que el RIMI integre en el Proyecto de Ley”, puntualizaron.
Para el presidente del CAA, Gustavo Idígoras, sostuvo que “la modernización laboral y el RIMI van a generar un efecto positivo en las inversiones, el empleo, producción y las exportaciones agroindustriales en una cifra incremental de alrededor de US$ 15.000 millones, así como beneficios para productores agropecuarios”.
“Trabajaremos en el Senado para lograr que se avance y se adopten mejoras para lograr la plena competitividad y haremos aportes para que el RIMI alcance a todo tipo de empresa agropecuaria y agroindustrial”, concluyó Idígoras.
Por su parte, las Bolsa de Cereales y de Comercio del país también apoyaron la medida: “Desde las entidades se considera que este régimen constituye una herramienta clave para generar mejores condiciones de inversión en el sector agropecuario, promoviendo el crecimiento productivo, la incorporación de tecnología y la ampliación de la capacidad instalada”, destacaron en un comunicado.
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