La actriz Diane Keaton, una de las figuras más queridas y emblemáticas del cine estadounidense, falleció este sábado a los 79 años en California, según confirmaron allegados de su familia a la revista People. Si bien no trascendieron las causas del deceso, los familiares solicitaron respeto y privacidad en este momento de profundo dolor.
Keaton fue una intérprete única, reconocida por su talento, carisma y estilo inconfundible, que la convirtieron en un ícono de Hollywood durante más de cinco décadas. Su carrera brilló tanto en el drama como en la comedia romántica, dejando personajes entrañables y películas inolvidables. Su gran consagración llegó con Annie Hall (1977), dirigida por Woody Allen, que le valió el Premio Óscar a Mejor Actriz, además de marcar un antes y un después en la historia del cine por su retrato moderno del amor. Antes de eso, ya había alcanzado fama mundial como Kay Adams en El Padrino, de Francis Ford Coppola.
A lo largo de su trayectoria, trabajó con algunos de los directores y actores más prestigiosos de la industria, protagonizando títulos como Reds, Manhattan, Baby Boom y Alguien tiene que ceder. Más allá del cine, Keaton dejó una huella profunda en la moda y la cultura popular: su estilo, mezcla de elegancia y rebeldía, fue símbolo de independencia femenina. También se destacó como autora y promotora de la conservación arquitectónica y el arte, mostrando siempre una mirada sensible y creativa sobre el mundo.
