Dólar, bajo presión: cuáles son balas que le quedan a Caputo para contenerlo antes de las elecciones

La escalada del dólar volvió a sembrar dudas sobre la capacidad del gobierno para controlarlo hasta las elecciones. El Gobierno está dispuesto a usar toda su artillería para evitar que el tipo de cambio perfore el techo de la banda -incluyendo la venta de dólares-, pero las medidas parecen tener cada vez menos efecto: este lunes la divisa cerró en $ 1.385, el nivel más alto desde la salida del cepo.

Luis Caputo viene echando mano a las ventas de dólar futuro, suba de tasas y fuertes controles a los bancos con el aumento de encajes al mayor nivel en 32 años, además de llamados a la bolsa. “Van a querer aguantar las bandas, las balas que les quedan son no comprar reservas, tasas y futuros. No existe poder de fuego, las reservas son negativas, lo del FMI se lo van a consumir y está prohibido”, advirtió Carlos Melconian.

Se trata de una munición limitada: la tasa que paga el Tesoro a los bonistas por comprar títulos públicos llegó la semana pasada al 75% anual, triplicando la inflación. Y el Banco Central ya vendió dólar futuro por US$ 6.000 millones, acercándose al límite fijado por el mercado de US$ 9.000 millones, según varias consultoras. Así todo, las acciones cayeron este lunes 2,3%, después de retroceder 14,3% en agosto.

En medio del feriado en EE.UU, la reacción negativa se habría visto alimentada por el revés electoral del oficialismo en Corrientes previo a las elecciones bonaerenses del próximo domingo, pero también por la noticia de que el Tesoro vendió US$ 300 millones por primera vez desde la salida del cepo. Desde el Gobierno le bajaron el tono, dejando trascender que le vendieron a una provincia para un pago de deuda.

Según cálculos privados, el Tesoro posee un depósito de US$ 1.647 millones de compras y préstamos de organismos. Y el Banco Central, US$ 14.000 millones del Fondo Monetario. En ambos casos, para pagar la deuda (en enero vencen US$ 4.500 millones). Pero las ventas antes de lo previsto no pasaron desapercibidas en Washington. “Generaron preguntas en el Fondo“, dijo un exfuncionario con llegada al FMI.

Teóricamente, el esquema de flotación dispuesto el 14 de abril preveía la compra de dólares dentro de las bandas y su venta cuando el tipo de cambio opere en la banda superior (hoy, $ 1.468). Sin embargo, para lograr una mayor baja de la inflación antes de las elecciones y mantener el dólar calmo, Javier Milei ordenó comprar reservas recién cuando llegara a $ 1.000, lo que impidió que se acumularan divisas suficientes.

“Es lo mismo si el Tesoro le vende dólares a una provincia o a una empresa, salen de la misma billetera, al final querés saber cuántos dólares tenés”, dijo Miguel Kiguel, titular de Econviews. Y agregó: “El Fondo no quiere que uses los dólares propios ni los del Central porque usás reservas, el dinero es fungible”. Melconian, en cambio, cree que ya las están usando.

Las reservas brutas cayeron US$ 1.500 millones la semana pasada -por la baja típica de fin de mes en los encajes y posiblemente por venta de divisas- y cerraron en casi US$ 40.000 millones. En agosto, no obstante, subieron US$ 1.000 millones gracias al desembolso del FMI, mientras que si se descuentan los pasivos (incluyendo el crédito del Fondo) las reservas netas cayeron a – US$ 7.800 millones, según Cohen.

Para Kiguel, el equipo económico no tiene mucho más margen que seguir apelando a los encajes y el apretón monetario. La última medida restringió el acceso de los bancos a las divisas. La otra alternativa es usar reservas del Tesoro o el Central. Y, en última instancia, volver a poner controles de capitales, aunque no cree que ocurra. “El mercado tomó mal la venta de dólares y el hoy dólar se fue apara arriba, ese es el riesgo“, explicó.

La contracara de todas estas medidas, según Domingo Cavallo, son tasas “extravagantes” y un freno marcado en la actividad. Todo en un contexto donde el electorado empezó a sentir el enfriamiento de los bolsillos. En la provincia de Buenos Aires, la actividad se desplomó un 1,4% en agosto, según el Bapro. Para Cavallo, la tendencia del dólar es “acercarse al techo” y la expectativa es que lo supere a fin de año.

La duda es qué pasa si el gobierno no obtiene el resultado esperado el próximo domingo y se llegara a ver forzado a vender dólares. “Pondría al gobierno en una situación complicada porque implica que el mercado deja de creer que las bandas son sustentables y hoy la cantidad de pesos que hay en la economía es substancialmente mayor a la del año pasado”, afirmó Sebastián Menescaldi, director adjunto de EcoGo.

Antes de llegar a ese escenario, el consenso entre analistas es que Caputo pondrá “palos en la rueda” para reducir el costo de intervención. Un candidato podría ser el “rulo” en las operaciones apalancadas en cauciones que hacen las sociedades de bolsa que le venden los dólares a las empresas vía MEP o CCL. También pueden intervenir en los futuros de tasa de caución que se estrenaron este lunes.

“Si bien el Tesoro empezó a usar algo de sus propios dólares no debería usarlos mucho porque estamos en un esquema de bandas. La bala que tienen es tolerar la volatilidad: si el dólar toca el techo hay que aguantarlo y usar los dólares del Fondo, que es lo previsto. Ahora, si empiezan a vender muchos dólares del Tesoro y demás borrarían con el codo lo que escribieron con la mano“, dijo Martín Polo, economista jefe de Cohen.

fuente: CLARIN

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