
Cada año, el 6 de junio, se conmemora el Día Mundial del Acné, una jornada que busca visibilizar una problemática que afecta a millones de personas en el mundo, pero que muchas veces se minimiza. Aunque suele asociarse a la adolescencia, el acné puede persistir o incluso comenzar en la adultez, afectando no solo la piel, sino también la autoestima y la salud emocional.
En Argentina, se estima que 8 de cada 10 adolescentes padecen acné, y que el 40% de los adultos también lidian con esta condición. Más allá de las estadísticas, lo preocupante es lo que se esconde detrás: inseguridad, vergüenza, aislamiento social y una búsqueda constante de soluciones que, muchas veces, no son efectivas o empeoran el problema.

Un estudio reciente revela que el 75% de los jóvenes se sienten avergonzados por el acné y más del 50% sufre problemas de autoestima. Esto convierte a esta afección cutánea en mucho más que un problema estético: es una cuestión de salud integral.
¿Por qué aparece el acné después de los 30?
Las causas son múltiples y pueden ser internas, algunas de ellas son:
1. Desequilibrios hormonales
- Las hormonas siguen influyendo en la piel más allá de la adolescencia.
- Alteraciones durante el ciclo menstrual, embarazo, uso o abandono de anticonceptivos, e incluso perimenopausia, pueden estimular la producción de sebo.
- Esto genera poros obstruidos, inflamación y aparición de granitos.
2. Alimentación y hábitos
- El consumo excesivo de azúcar, lácteos y alimentos ultraprocesados puede inflamar el organismo y empeorar el acné.
- El alcohol y el tabaco también alteran la salud cutánea.
3. Estrés crónico
- El estrés eleva el cortisol, una hormona que puede desbalancear otras funciones hormonales.
- Esto estimula las glándulas sebáceas, genera inflamación y empeora cualquier cuadro preexistente.
4. Uso de productos cosméticos inadecuados
- Algunas cremas, maquillajes o protectores solares pueden ser comedogénicos (obstruyen los poros).
- Usar productos no aptos para piel grasa o sensible favorece la aparición de granos, puntos negros y marcas.
5. Higiene y rutina inadecuada
- Dormirse sin desmaquillar, tocarse la cara con frecuencia o usar mal un exfoliante puede dañar la barrera cutánea.
- También influyen factores como cambiar poco la funda de la almohada o el uso del celular contra la mejilla.
Factores genéticos y predisposición
- Algunas personas tienen una predisposición natural a generar sebo en exceso o a sufrir inflamaciones en la piel.
- En estos casos, es importante mantener una rutina constante y adecuada para controlarlo.
¿Qué hacer si tenés acné después de los 30?
- Consultar a un dermatólogo para descartar causas hormonales profundas.
- Usar productos no comedogénicos, adaptados a tu tipo de piel.
- Incorporar activos como niacinamida, ácido salicílico, retinoides suaves y probiomas.
- Tratar la piel, pero también regular hábitos diarios (sueño, alimentación, estrés).
Además, prácticas comunes como “explotar” granitos agravan el cuadro: aumentan la inflamación, pueden generar infecciones y dejar marcas permanentes. Por eso, la recomendación principal es evitar manipular la piel y buscar tratamientos formulados especialmente para pieles con tendencia acneica.
Frente a este contexto, La Roche-Posay —marca líder en dermocosmética— lanzó un nuevo producto dentro de su reconocida línea Effaclar, pensado tanto para jóvenes como adultos que buscan mejorar su piel sin ocultarse.

Se trata de Effaclar Duo+M Unifiant, una crema con color que trata imperfecciones y marcas al mismo tiempo que unifica el tono de la piel. La fórmula está desarrollada con ingredientes activos como Niacinamida, Phylobioma y pigmentos minerales. Está disponible en dos tonos y actúa con resultados visibles en tan solo 8 horas.
Además, ayuda a prevenir la pigmentación post-inflamatoria y a disminuir la necesidad de tocarse la piel, uno de los grandes errores que favorecen las cicatrices.
—