
El glaciar Perito Moreno, uno de los grandes emblemas naturales de la Patagonia y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está perdiendo terreno a un ritmo alarmante. Investigadores argentinos y alemanes dieron la voz de alerta tras detectar que en algunos sectores el retroceso alcanzó hasta 800 metros en apenas cuatro años, una cifra muy superior a la estimada en décadas anteriores. Esta aceleración preocupa porque podría significar el inicio de un proceso irreversible, advierten los expertos.
Con sus 30 kilómetros de longitud, el Perito Moreno se alimenta del Campo de Hielo Patagónico Sur y desemboca en el Lago Argentino. Hasta 2019, era uno de los glaciares más estables de la región, con una recesión moderada de apenas 100 metros en casi 20 años. Sin embargo, desde 2020 la situación cambió drásticamente. “Aunque todavía mantiene su estructura, el retroceso acelerado es similar al que vimos antes en otros glaciares como el Upsala y el Viedma, y sabemos que cuando estos procesos se activan suelen ser irreversibles”, explica Lucas Ruiz, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla).
El avance del deshielo no solo es un llamado de atención local, sino una muestra palpable del impacto del calentamiento global en uno de los iconos naturales más visitados de Argentina. Según Ruiz, el Perito Moreno podría experimentar un colapso catastrófico, con una retirada de varios kilómetros en pocos años hasta alcanzar una nueva posición de estabilidad. El tiempo para actuar es cada vez más corto, y este glaciar emblemático podría convertirse en un símbolo más del cambio irreversible que sufre nuestro planeta.