
Argentina atraviesa un escenario sanitario alarmante: ninguna vacuna del Calendario Nacional supera el 95 % de cobertura necesario para garantizar inmunidad colectiva, y varias ni siquiera alcanzan el 50 %. Así lo informó la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), a partir de datos oficiales del Ministerio de Salud y su Observatorio de la Infancia. Las cifras muestran una baja generalizada en vacunas claves: la triple viral a los 5 años alcanza apenas el 46,7 %, el refuerzo antipolio llega al 47 %, la triple bacteriana celular al 46 %, y la vacuna contra VPH ronda el 55 % en mujeres y 51 % en varones. En zonas endémicas del norte, la inmunización contra la fiebre amarilla cayó a un preocupante 30,3 %.

Las consecuencias ya son visibles. Este año se confirmaron 35 casos de sarampión, una enfermedad que había sido eliminada en América, y se emitió una alerta nacional tras la detección de un posible contagio en un colectivo de larga distancia. El coqueluche, o tos convulsa, también registra un crecimiento explosivo: la provincia de Buenos Aires reportó 516 casos y cinco muertes, casi todos lactantes. A nivel nacional, las consultas y notificaciones por esta enfermedad se duplicaron en apenas seis semanas, con siete menores de dos años fallecidos, incluidos recién nacidos. Los distritos más afectados incluyen Córdoba, Buenos Aires, Salta, Mendoza, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires.
Ante este panorama, la Sociedad Argentina de Pediatría advirtió un “descenso sostenido y generalizado” en la aplicación de vacunas y reclamó medidas inmediatas. Entre las acciones urgentes, los especialistas piden operativos casa por casa para completar esquemas, campañas masivas en escuelas, capacitación de equipos de salud y una ofensiva de comunicación pública para contrarrestar la desinformación antivacunas, que creció tras la pandemia de Covid-19.

Los pediatras recuerdan que todas las vacunas del Calendario Nacional son gratuitas, obligatorias y están disponibles en centros de salud de todo el país, por lo que el problema no es el acceso sino la caída de la confianza y la pérdida de capacidad operativa del sistema. La región ya perdió su estatus de área libre de sarampión por brotes en Canadá y ahora en Argentina. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud advierte que el mundo experimenta el retorno de enfermedades “olvidadas” por un mismo motivo: cuando baja la vacunación, vuelven los brotes.



