
El cierre de la feria La Salada, que se extendió por tres semanas y dejó en suspenso la economía de miles de personas, hizo aparecer y crecer otros puntos de venta de productos a bajos precios. Si bien los principales competidores de la mega feria ubicada en Ingeniero Budge son La Gran Dulce, del lado de La Matanza, y la avenida Avellaneda, en el barrio porteño de Flores, en distintos puntos del conurbano sur vienen aumentando con fuerza las feria barriales.
Durante el tiempo que La Salada estuvo cerrada, muchos se volcaron a ellas, evidenciando que hay una gran demanda de productos que, en muchos casos, se utilizan para la reventa, pero en otros tantos son estrategias para hacer frente a la crisis económica.
Los tres rubros principales de estos lugares son indumentaria, bazar y verdulería. Los outlets son cada vez más grandes, organizados y suelen abrir muy temprano a la mañana, por lo que desde la madrugada la gente hace fila para entrar primero, tal como pasa en La Salada, aunque en una proporción algo menor. El eje rector de estos comercios es que los precios no tienen competencia: a veces ofrecen cosas a la mitad de precio que en cualquier otro lugar.
Y no son solo ferias de manteros de aspecto precario en las calles barriales, también las hay en galerías y galpones de gran concurrencia. En los barrios ya se empezó a correr la voz y en los últimos meses fueron creciendo mucho. “Prefiero la feria de mi barrio antes que la Salada porque los precios al final son casi los mismos, pero no hay tanta cantidad de gente”, cuenta Liliana, vecina de Longchamps.
Algunos de los puntos más florecientes de estos rubros son, por ejemplo, en barrio Don Orione de Claypole (Almirante Brown), donde se vende ropa de todo tipo a valores muy bajos en Avenida Perón y Río Carcarañá.

También en la misma línea, pero sumando otros rubros, está la feria de San Francisco Solano, que tiene muchísima oferta de ropa barata y que sirve de punto de encuentro para comerciantes minoristas que se abastecen ahí. Comienza en la Avenida Teniente General Donato Álvarez y Avenida San Martín, y sigue por unas diez cuadras. Los puesteros coinciden en que la indumentaria deportiva es lo que más se vende últimamente, ya que compiten directamente con los precios de los negocios de ropa, que dispararon sus precios en los últimos meses.
Otro punto clave para vestirse por muy poco dinero en zona sur son las que se hacen los fines de semana en el centro de Glew, cerca de la estación Florencio Varela y en las cercanías del ferrocarril a la altura de Claypole.
“Cuando fue el cierre de La Salada se notó un aumento exponencial de estas ferias y muchos empezaron a ver que se podían seguir desarrollando ferias alternativas en otros puntos como éste, porque lo que más busca la gente es vestir a su familia por valores accesibles”, cuenta Martín, un vendedor de la zona.
En tiempos de redes sociales, los videos virales ayudan mucho a hacer conocidos lugares de los que hasta hace poco sólo sabían su existencia vecinos de la zona. Y, en lo que respecta al rubro bazar que también es muy buscado, el año pasado se hizo famoso un bazar supuestamente “oculto” en Banfield que hasta vendía productos por $100. Lo difundió la TikToker @chuli.maiso y a partir de entonces es un punto imperdible para buscadores de precios.
En el video, la usuaria contaba que había encontrado mates de madera con escudos de fútbol por un valor de 1.200 pesos, vasos de plástico a 530 pesos, palas por 540 pesos, espejos por 4.450 pesos y frascos de vidrio por 2.300. Aunque no son productos de primera necesidad, sí resultan claves para quienes, como en La Salada, buscan artículos sumamente baratos para revender y sacar buena ganancia.

Otro rubro muy buscado por los vecinos es el alimenticio, siguiendo un poco la línea de lo que propone el Mercado Central y específicamente hay un punto de venta de verduras que se hizo viral últimamente: La Nueva Luna, en Avenida Eva Perón 274, partido de Presidente Perón. El lugar, a poco metros de la estación Guernica, se hizo muy conocido en zona sur, pero ya aparecieron opciones similares en la región.
En Almirante Seguí al 1801, Llavallol, hay una feria similar y una tercera abrió en Capitán Moyano 3175, Luis Guillón, partido de Esteban Echeverría. “Promocionan dos kilos de bananas a $2.000; una horma de queso cremoso desde $5.500 y si gastás más de $30.000, una bolsa de papas de regalo”, publican en el diario local InfoRegión.
El nivel de convocatoria es tan importante, que la apuesta se repite en otros distritos, siempre con la idea de vender alimentos a precios más bajos que en cualquier otro negocio de cercanía. El Progreso, en la avenida Monteverde al 2100, Burzaco sigue en esta línea y se espera que otros también hagan su aparición en Ezeiza y Avellaneda.
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