
La Justicia de Córdoba dictaminó una resolución sobre el brutal homicidio de Facundo Pereyra, el chofer de remís que fue asesinado en mayo de 2024 en Río Cuarto. Un adolescente de 17 años fue condenado bajo un régimen especial por ser señalado como el autor del disparo letal.
Sin embargo, la familia de la víctima manifestó su descontento con el veredicto, ya que otros dos implicados de 16 años fueron declarados inimputables. Este desenlace generó un fuerte debate público sobre la legislación penal juvenil.
Cómo fue el crimen del remisero en Córdoba
Facundo Pereyra, un hombre de 46 años con tres hijos, trabajaba como conductor nocturno para complementar sus ingresos familiares. La madrugada del 26 de mayo de 2024, mientras realizaba un viaje en el barrio 400 Viviendas de Río Cuarto, fue interceptado por tres individuos.
El asalto tenía como objetivo robarle el dinero recaudado y su teléfono celular. La víctima fue encontrada herida de bala en su Fiat Uno y trasladada de urgencia al hospital San Antonio de Padua, donde falleció. La investigación policial y las cámaras de seguridad confirmaron que el ataque ocurrió en el marco de un robo.
La investigación, liderada por el fiscal Javier Di Santo, determinó la participación de tres jóvenes, inicialmente de 14, 15 y 16 años. Las autoridades realizaron allanamientos que permitieron la detención de los sospechosos y la incautación de vestimentas y dispositivos móviles. Además, se descubrió que los tres imputados habían compartido en sus redes sociales fotografías en las que posaban con armamento.
Condenaron a un adolescente de 17 años por homicidio
El Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar, de Género y Penal Juvenil de Córdoba llevó adelante el proceso, que culminó con un juicio abreviado para el adolescente de 17 años. La resolución judicial estableció que permanecerá internado en el Complejo Esperanza hasta cumplir la mayoría de edad en febrero de 2026.
Una vez que sea legalmente considerado un adulto, se definirá la modalidad de cumplimiento de la pena impuesta. Para los otros dos delincuentes de 16 años involucrados, la Justicia dictaminó su inimputabilidad, liberándolos de responsabilidad penal.
Pablo Romero, el letrado representante de la familia Pereyra, expresó el “sinsabor” que les generó el dictamen. Criticó la posibilidad de que el joven sentenciado pueda obtener la libertad en un corto plazo, argumentando que “si en estos ocho meses hasta que cumpla los 18 años mágicamente se convierte en buena persona, estará libre”.
—