
En Córdoba Capital, el mercado de alquileres muestra cambios tras la derogación de la ley de regulaciones en precios y contratos, y con ellos surgen conflictos entre inquilinos y propietarios. Uno de los casos más llamativos involucró a una familia que alquilaba un dúplex moderno recién construido, donde faltaban detalles por terminar.
Al ingresar, el patio estaba lleno de tierra, sin pasto ni plantas, y el agua de lluvia se acumulaba sin salida. Las aberturas de la planta alta carecían de rejas, un riesgo considerando la zona.

Las mejoras de los inquilinos
Los inquilinos decidieron mejorar la propiedad: instalaron desagües, nivelaron el patio, colocaron champas de calidad, construyeron una pileta de ladrillo y cemento iluminada, pusieron un fogonero y rejas a medida en el piso superior.
Tras años de contrato, al renegociar el alquiler, pidieron al propietario un reconocimiento por las mejoras. La respuesta fue negativa: el dueño mantuvo el valor de alquiler original sin compensaciones.

La decisión: restaurar todo
Frente a la negativa, los inquilinos optaron por “deconstruir” lo realizado: retiraron champas, baldosas, limonero, fogonero y desarmaron la pileta, dejando la casa como al principio. Incluso las rejas del piso superior fueron removidas.
Así, el dúplex volvió a su estado original, marcando un ejemplo extremo de cómo los conflictos por mejoras en alquileres pueden llegar a resolverse de manera inusual pero definitiva.

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