
Luego de la renuncia de Claudio Vignetta como secretario de Seguridad, la Guardia Urbana de Córdoba pasará a depender de la Justicia de Faltas, a cargo de Juan Manuel Aráoz. El municipio ratificó la continuidad del modelo y anticipó ajustes en su funcionamiento.
El cambio llega tras el escándalo por la compra de uniformes, que empañó el lanzamiento del cuerpo. Vignetta argumentó motivos personales, pero su salida reconfigura el esquema de seguridad urbana.
Ahora, el cuerpo será coordinado por Walter Moyano y Pablo Altamirano, mientras la Justicia Administrativa de Faltas toma un rol central. El gobierno local apunta a una Guardia más enfocada en prevención y control ciudadano, como parte de una reforma más amplia que incluye cambios al Código de Convivencia.
Desde la Provincia respaldan el esquema, destacando su articulación con la Policía y el avance del programa Ojos en Alerta en más de 20 barrios. Actualmente, la Guardia Urbana cuenta con 400 agentes y 70 móviles patrullando 37 corredores en la capital.
