
El violento enfrentamiento entre hinchas de Independiente y Universidad de Chile en el estadio Libertadores de América tuvo consecuencias inéditas en el ámbito deportivo: la Conmebol resolvió cancelar el partido de octavos de final de la Copa Sudamericana, en lugar de suspenderlo como suele suceder en estos casos. La medida fue comunicada horas después de los incidentes, que incluyeron corridas, agresiones en las tribunas y la irrupción de barras en el sector visitante.

En su comunicado oficial, la entidad sudamericana explicó: “La Dirección de Competiciones y Operaciones de la CONMEBOL informó que en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad, que garanticen la continuidad del partido entre Independiente (ARG) y Universidad de Chile (CHI) por los Octavos de Final de la CONMEBOL Sudamericana 2025, dicho encuentro queda cancelado”. De esta manera, el organismo responsabilizó tanto al club anfitrión como a las autoridades por no haber podido asegurar el normal desarrollo del juego.



La Conmebol también adelantó que el caso será evaluado en instancias judiciales internas: “Toda información de los hechos ocurridos dentro y fuera del estadio será enviada a la Comisión Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol”, precisó. Con este panorama, la definición deportiva entre ambos equipos quedó en suspenso, mientras se aguarda una resolución sobre posibles sanciones e incluso la asignación del resultado de la serie en los escritorios de Asunción.