
Un enfermero entrerriano fue condenado a cinco años de prisión, multa millonaria e inhabilitación especial perpetua, tras ser encontrado culpable de vender fentanilo y otros psicofármacos a través de Telegram. La sentencia se dictó en el marco de un acuerdo de juicio abreviado, en el que el acusado reconoció los hechos y su autoría.
El condenado, de 34 años, realizaba suplencias en la Unidad de Terapia Intensiva de un hospital público de la provincia. Fue hallado responsable de cinco delitos: comercio de estupefacientes, tenencia con fines de comercialización, peculado, incumplimiento de los deberes de funcionario público y venta sin autorización de medicamentos que requieren receta.

Además, deberá pagar una multa superior a los 5,6 millones de pesos y se ordenó el decomiso del teléfono celular que utilizaba para concretar las ventas.
La investigación determinó que el enfermero sustraía ampollas de fentanilo y otros psicofármacos, que luego ofrecía en grupos de Telegram de libre acceso. Entre febrero y marzo del año pasado se realizaron compras controladas que permitieron su detención y el secuestro de más de 60 ampollas de fentanilo y varios blísteres de otros medicamentos.

El caso fue investigado por la Fiscalía Federal con apoyo de la Procuraduría de Narcocriminalidad y la Policía Federal, a partir de tareas de inteligencia, agentes encubiertos y allanamientos. El acuerdo fue homologado por la jueza federal Mariela Emilce Rojas, quien remarcó la gravedad de los hechos y el abuso de la función pública.
El fentanilo es un opioide sintético de uso médico, empleado como analgésico de alta potencia. Especialistas advierten que es hasta 100 veces más fuerte que la morfina, y que su circulación ilegal representa un grave riesgo para la salud pública por su alto poder adictivo y la posibilidad de sobredosis fatales.
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