El 52º Festival del Cabrito y las Artesanías en Villa Quilino volvió a ser un éxito rotundo, consolidándose como uno de los eventos más esperados del norte cordobés. Con una combinación perfecta de gastronomía, arte y música, este festival no solo celebra la tradición caprina de la región, sino que también atrae a turistas de todo el país y el exterior.
El cabrito como protagonista
El plato estrella de la noche fue, sin duda, el cabrito a la estaca, acompañado de otras delicias como empanadas de cabrito, locro y asado criollo. Este año, el festival innovó con el Certamen de Asadores de Cabrito a la Parrilla, donde chefs internacionales evaluaron y compartieron técnicas culinarias. Además, se realizaron charlas sobre producción caprina, destacando la importancia de esta industria para la región.
El festival también fue una vitrina para los artesanos y productores locales, quienes exhibieron sus creaciones, desde esculturas hasta tejidos típicos de la zona. Mabel Godoy, intendenta de Quilino, destacó que este evento no solo promueve la gastronomía, sino también el turismo y el empleo local, convirtiéndose en un motor económico para la región.
Música y entretenimiento: una noche para recordar
La música no podía faltar en esta fiesta. El escenario principal recibió a grandes artistas como Chaquiño Palavecino, quien encendió la noche con su repertorio folclórico. Además, cantores locales tuvieron su espacio para promocionarse, demostrando el talento que habita en el norte cordobés.
El festival no solo atrajo a visitantes de Córdoba y otras provincias, sino también a turistas de países vecinos como Bolivia, Paraguay y Chile. Este evento se ha convertido en un referente del calendario turístico de Quilino, que incluye otras celebraciones como la Fiesta de la Mandarina y los Carnavales.
Un éxito que promete seguir creciendo
La 52ª edición del Festival del Cabrito y las Artesanías cerró con broche de oro, dejando un balance positivo en términos de convocatoria, gastronomía y promoción cultural. Con una organización impecable y una grilla de actividades diversa, Quilino se consolida como un destino imperdible para quienes buscan vivir experiencias auténticas en el norte cordobés.
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