Cómo podar el hibisco de forma correcta para que dé más flores durante todo el año

Podar el hibisco de forma correcta es clave para conservar su vitalidad y lograr una floración continua. Aunque no es obligatorio hacerlo todos los años, una poda estratégica permite rejuvenecer la planta, fortalecer su estructura y prolongar su vida útil.

El Hibiscus rosa-sinensis, popular por sus flores grandes y coloridas, responde muy bien a los cortes bien planificados. La época ideal para realizar una poda profunda es a finales del invierno o comienzos de la primavera, justo cuando las heladas ya han pasado y la planta empieza a despertar. En ese momento, los cortes cicatrizan mejor y los nuevos brotes crecen con más energía.

Durante el verano, basta con realizar una poda ligera o de mantenimiento: eliminar flores marchitas, ramas secas o débiles. Este tipo de recorte estimula la aparición de nuevos capullos y evita que la planta gaste energía en partes deterioradas.

Cuándo y con qué herramientas conviene hacer la poda del hibisco.Cuándo y con qué herramientas conviene hacer la poda del hibisco.

En condiciones ideales —sol directo, riego regular y una poda bien hecha—, el hibisco puede ofrecer flores durante meses, incluso hasta bien entrado el otoño.

Cuándo y con qué herramientas conviene hacer la poda del hibisco

El momento de la poda influye directamente en la capacidad de floración. En zonas templadas, el final del invierno es perfecto porque el hibisco aún no ha brotado con fuerza, lo que permite visualizar su estructura con claridad. En regiones más cálidas, puede adelantarse a mediados de agosto o inicios de septiembre.

Para lograr cortes limpios y precisos, conviene usar tijeras bien afiladas y desinfectadas. Las ramas delgadas se cortan fácilmente con una tijera de mano, mientras que las más gruesas pueden requerir una podadora de dos manos o una pequeña sierra.

El corte debe hacerse en diagonal, justo por encima de una yema orientada hacia el exterior. De este modo, el nuevo brote crecerá en la dirección correcta, manteniendo la forma compacta del arbusto. También es importante aclarar ligeramente la copa si está muy densa: esto permite que penetre la luz, favorece la aireación y previene enfermedades fúngicas.

Errores comunes al podar el hibisco y cómo evitarlos.Errores comunes al podar el hibisco y cómo evitarlos.

Un truco útil es aprovechar los restos de poda: al triturarlos, pueden usarse como acolchado natural que conserva la humedad del suelo o incorporarse al compost. Incluso se pueden apilar en un rincón del jardín para atraer insectos beneficiosos, como abejas o mariquitas.

Uno de los errores más frecuentes es podar fuera de temporada, especialmente durante el verano o el otoño avanzado, cuando la planta todavía está en plena actividad. Cortar en ese momento puede debilitarla o impedir que florezca al año siguiente.

Otros errores comunes al podar el hibisco y cómo evitarlos

Otro fallo habitual es el exceso de poda. Si se eliminan demasiadas ramas a la vez, el hibisco destina toda su energía a regenerar tejido vegetal y detiene la producción de flores. Por eso, en plantas jóvenes o en buen estado, conviene recortar solo un tercio del crecimiento del año anterior.

En cambio, los hibiscos envejecidos o descuidados sí pueden requerir una poda de rejuvenecimiento. En estos casos, se cortan los tallos principales a distintas alturas —entre 30 y 50 centímetros del suelo— para estimular nuevos brotes vigorosos. Es posible que ese año no florezcan, pero al siguiente la recompensa será evidente.

También se debe evitar usar herramientas sin limpiar, ya que pueden transmitir hongos o bacterias. Limpiar las tijeras con alcohol o una mezcla de agua y jabón potásico entre planta y planta es una práctica sencilla que marca la diferencia.

fuente: CLARIN

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