Cómo nació el movimiento espiritista en Estados Unidos: secretos y confesiones de las hermanas Fox

Una casita de madera pérdida en Hydesville se convirtió en el centro de un fenómeno que nadie pudo ignorar. Allí, dos niñas aseguraron escuchar golpes que dentro de las paredes, como si algo aterrador quisiera hablarles.

Cada noche los sonidos se volvían más recurrentes, y con ellos la tensión dentro de la vivienda. La familia Fox intentó explicarlo de una manera lógica, pero las respuestas eran cada vez más inquietantes: sombras, ráfagas de aire frío y una presencia que parecía imitar cada gesto.

Cuando Kate y Margaret descubrieron que los golpes respondían las preguntas, el miedo se volvió certeza. Lo que empezó como un juego se transformó en un fenómeno social.

Una casa cargada de historia

La cabaña donde vivieron los Fox ya arrastraba episodios extraños. Años antes, la familia Bell había hospedado a un vendedor ambulante que desapareció sin dejar rastro.

Desde entonces, quienes habitaban allí, aseguraban que veían figuras fugaces y sentían inexplicables ráfagas frías. Incluso la empleada domestica, Lucrecia, afirmó haber visto un hombre con abrigo negro en la cocina, justo antes de que la familia abandonara el lugar.

La cabaña de madera en Hydesville de la familia Fox. Foto: Fb Hydesville Memorial ParkLa cabaña de madera en Hydesville de la familia Fox. Foto: Fb Hydesville Memorial Park

Los Fox se mudaron sabiendo que la casa tenía fama de estar embrujada, aunque el padre descartaba cualquier superstición. Las niñas, Margaret y Kate, aseguraban que algo les arrancaba las sábanas mientras dormían, se escuchaban pasos alrededor de la casa y las despertaba una mano helada que les tocaba el rostro.

La madre también oía los pasos que bajaban hasta el sótano. El único que no creía era John Fox, hasta que un 31 de octubre escuchó que cada golpe que daba en la pared era respondido por otro.

Fue ese día cuando las niñas invocaron al espíritu al que llamaron Mr. Splitfoot. Kate dio dos palmadas y la habitación devolvió dos más. Con los padres y vecinos, que se acercaron con curiosidad, en la habitación, los golpes contestaban preguntas: edad, nombres, fechas e, incluso, sobre la existencia de un hijo fallecido.

La certeza de la familia se confirmó cuando encontraron restos humanos debajo la casa: un fragmento de cráneo con cabello y retazos de tela.

De la cabaña a los escenarios

Asustados, los Fox abandonaron la cabaña y las niñas se mudaron a Rochester con su hermana mayor, Leah.

Allí fueron presentadas a la comunidad cuáquera -una secta cristiana que creía en la “Luz interior” y rechazaba la jerarquía eclesiástica-, en especial al matrimonio Post, que se tomó el caso con seriedad.

La familia Fox: las tres hermanas y sus padres. Foto: Pinterest @setserukLa familia Fox: las tres hermanas y sus padres. Foto: Pinterest @setseruk

La señora Post revisó a las hermanas de pies a cabeza para descartar trucos pero, aún así, presenciaron respuestas que no se podían explicar. Después de hablar con el espíritu de su hija fallecida, se convirtieron en sus primeros seguidores.

En noviembre de 1848, los Post alquilaron un teatro para que las niñas mostraran sus habilidades. Antes de subir al escenario, las desnudaron para verificar que no escondieran mecanismos de engaño. Nada apareció. El público quedó dividido entre el asombro y el rechazo, al punto de que necesitaron asistencia policial para protegerlas.

A partir de entonces, Kate, Margaret y Leah se convirtieron en la imagen de una nueva creencia: el espiritismo. Recibían decenas de personas al día y cobraban un dólar por consulta.

En Nueva York, Andrew Jackson Davis, una figura clave del movimiento, se unió a ellas y consolidó su presencia pública. Escritores, periodistas, abolicionistas y personalidades influyentes pasaron por sus mesas redondas iluminadas con velas, donde las hermanas aseguraban entrar en trance y hablar con el más allá.

La fama trajo consigo una caída inesperada

El crecimiento del espiritismo multiplicó farsantes y sesiones fraudulentas. Las hermanas hicieron giras por Estados Unidos demostrando su capacidad, mientras enfrentaban persecuciones, hostilidad y la presión de sostener un fenómeno que superaba su propia vida privada.

El amor marcó un giro en su historia. Margaret se casó con Elisha Kent Kane, un escéptico que la convenció de alejarse del espiritismo. Tras enviudar, cayó en el alcohol y juró no volver a las sesiones.

Kate también empezó a beber, agobiada por miles de familias que buscaban contactar a sus seres queridos tras la guerra civil.

Las hermanas Fox ofrecían sesiones de espiritismo grupales. Foto: Pinterest @pixelsuperheroLas hermanas Fox ofrecían sesiones de espiritismo grupales. Foto: Pinterest @pixelsuperhero

En 1888 todo cambió. Margaret recibió dinero de New York World y declaró públicamente que todo había sido un truco: habló de una manzana atada a un pequeña soga para provocar golpes, y de cómo crujían las articulaciones de sus pies para sorprender al público.

En un teatro lleno, levantó su falda y mostró como generaba los sonidos. La confesión tomó de sorpresa a todos los creyentes del movimiento.

Kate y Leah desmintieron los dichos de Margaret y aseguraron que ella actuaba por resentimiento. Un año después, Margaret se desdijo, aunque ya era tarde: su reputación no se recuperó.

Un final trágico y un misterio que no cesa

Entre 1890 y 1893 murieron las tres hermanas: Leah primero, Kate después y Margaret al año siguiente, todas afectadas por años de desgaste y alcoholismo. Pero su historia no terminó allí.

Once años más tarde, unos niños encontraron huesos humanos en las ruinas de la cabaña de Hydesville, justo donde ellas señalaron que estaba enterrado el vendedor ambulante.

La cabaña es un museo del espiritismo. Foto: Fb Hydesville Memorial ParkLa cabaña es un museo del espiritismo. Foto: Fb Hydesville Memorial Park

La evidencia reactivó interrogantes que nunca tuvieron una respuesta clara. ¿Cómo supieron las hermanas sobre el hombre? ¿Por qué los ruidos y las sombras fueron anteriores a su llegada? ¿Cuándo la experiencia deja de ser truco y es pura sensibilidad?

Lo que sí esta claro es que, fraude o no, las hermanas Fox moldearon el espiritismo moderno y ofrecieron a miles una idea de esperanza que, en pleno siglo XIX, parecía ser difícil de rechazar: la muerte no era el final y todavía existía una forma de escuchar a quienes ya no estaban.

fuente: CLARIN

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