
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. La depresión es la principal causa que empuja a las personas a tomar esta trágica decisión y hay 3 señales clave a tener en cuenta pare reconocer cuando alguien atraviesa una crisis de este tipo.
Prestar atención a las señales como cambios de ánimo drásticos, aislamiento social y alteraciones en el sueño o la alimentación es fundamental para brindar apoyo, prevenir riesgos y proteger la salud mental como parte esencial del bienestar integral.
Suicidio: cifras oficiales que preocupan
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año más de 700.000 terminan con su propia vida en el mundo, lo que lo convierte en una de las principales problemáticas de salud pública a nivel global.
Frente a esta realidad, cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, impulsado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la OMS, con el objetivo de generar conciencia y promover estrategias de acompañamiento y contención.
“Cada vez más personas comienzan a comprender que la salud emocional merece la misma atención que la salud física. Así como los chequeos médicos periódicos permiten prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes o los problemas cardíacos, es esencial implementar también herramientas que ayuden a identificar síntomas de depresión, ansiedad o estrés crónico. Prestar atención al bienestar psicológico no solo es un acto de autocuidado, sino también una forma de fortalecer la salud integral”, señaló la Lic. Daniela Torres, Psicóloga del CMC Salta de Boreal Salud (MP 1404).
Cuáles son las señales que ayudan a identificar la depresión
Si bien la representación más extendida sobre el suicidio está asociada a un acto individual con un propósito claro, que se ejecuta en la esfera íntima, es necesario entender este evento de la vida humana en toda su complejidad, teniendo un alcance colectivo, como problema sanitario y social.
Por ello, es importante reconocer 3 señales asociadas a la depresión y a un eventual riesgo de suicidio:
- Cambios drásticos en el estado de ánimo: pasar de la tristeza profunda a una aparente calma repentina, o mostrar irritabilidad constante, puede ser un signo de alerta.
- Aislamiento social: alejarse de familiares, amigos o actividades que antes disfrutaba es una de las señales más comunes de que la persona atraviesa un malestar emocional serio.
- Cambios en hábitos de sueño y alimentación: dormir demasiado o muy poco, perder el apetito o comer en exceso reflejan un desbalance emocional que no debe ignorarse.
“Reconocer estas y otras señales a tiempo es fundamental para salvar vidas, ya que permiten brindar apoyo inmediato a quienes atraviesan un momento crítico. Muchas veces, las personas que sufren en silencio no piden ayuda de manera directa, por lo que estar atentos a estos signos se convierte en una herramienta clave para la prevención”, agregan los especialistas.
Cuáles son las “conductas suicidas” y qué mitos se deben derribar
Las conductas suicidas abarcan un amplio espectro: desde la ideación suicida, la elaboración de un plan, la obtención de los medios para hacerlo, hasta la posible consumación del acto.
Si bien no pueden asociarse de manera lineal y consecutiva, es fundamental considerar el riesgo que cada una de estas manifestaciones conlleva más allá de la intencionalidad supuesta.
Esto permite derribar ciertos mitos, como por ejemplo: “Quienes hablan de suicidio no tienen la intención de cometerlo” o “Hablar del suicidio es una mala idea y puede interpretarse como estímulo”.
De este modo allegados, familiares y especialistas pueden implicarse activamente en el acompañamiento del sufrimiento y la prevención de comportamientos de riesgo en el futuro.
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