
En la mayoría de los hogares de Estados Unidos, la mesa del comedor ocupa un lugar que va mucho más allá de lo funcional. Es el espacio donde se comparten comidas, conversaciones y rutinas que ordenan la vida diaria.
Por eso, su ubicación dentro de la casa suele asociarse con comodidad y orden. Sin embargo, pocas veces se reflexiona sobre lo que esa posición puede transmitir a nivel simbólico o energético.
Desde la mirada del Feng Shui, la disposición de los muebles no es neutra: influye en la dinámica del hogar y en la forma en que se percibe el espacio. Cada objeto ocupa un lugar dentro de un conjunto que puede favorecer la armonía o generar tensiones invisibles.
Esta lógica también se traslada al comedor y, en particular, a la mesa. Su ubicación no solo organiza el ambiente, sino que puede modificar el clima general del espacio. Por eso, los especialistas advierten que hay una posición específica que conviene evitar, ya que altera ese equilibrio sin que sea evidente a simple vista.
Según el Feng Shui, la mesa del comedor debe ubicarse de modo que favorezca el flujo libre de energía y permita comodidad, armonía y buena circulación.
Evitar poner la mesa en lugares de paso permanente y que sus lados largos no apunten a la puerta.Por eso, aseguran, es ideal que esté colocada en un espacio abierto, luminoso, accesible y no pegada de un solo lado contra la pared. Esto permite que la energía entre y circule sin bloqueos, y ayuda a que las reuniones familiares fluyan con naturalidad.
Si la mesa está sobre una línea de paso constante (entre la cocina y el baño, o en un pasillo) se interpreta como un lugar donde la energía no se puede “estancar”, afectando la calma y la calidad de las reuniones.
Si la mesa es rectangular, advierten, conviene que sus lados largos no apunten directamente hacia la puerta principal del comedor o del hogar. Esa alineación directa podría generar una trayectoria energética demasiado intensa, lo que para el Feng Shui es poco recomendable.
Además el comedor debe permitir buena entrada de luz natural o ventilación. La luminosidad ayuda a que la energía se renueve y circule con fluidez, algo clave para mantener un ambiente sano y armonioso.
Evitar rincones muy cerrados o zonas oscuras parece también fundamental. Las esquinas profundas, techos muy bajos o rincones sin luz natural suelen generar ambientes densos donde la energía se acumula.
En cuanto a la ubicación de las personas, el Feng Shui sugiere queno den la espalda a la puerta. La mesa debe permitir que al menos algunas sillas tengan vista clara de la entrada para dar seguridad y controlar el entorno. Se considera una posición de poder que favorece la estabilidad emocional.
La mesa del comedor debe permitir flujo de energía; colocarla en un espacio abierto, luminoso, accesible.También se aconseja evitar las llamadas “zonas punitivas” del hogar. Es decir, lugares de la casa que generan incomodidad, tensión o bloqueo energético por su diseño o ubicación.
Estas zonas pueden ser:
- Esquinas que apuntan directamente a una mesa o a una persona.
- Pasillos que terminan de frente a un mueble.
- Zonas de paso intenso donde la energía circula muy rápido.
- Rincones oscuros o lugares con mala iluminación.
- Son sectores que no dan sensación de estabilidad ni de armonía.
La forma de la mesa también es clave para el Feng Shui
Un artículo de Admagazine explica que en el Feng Shui se considera que las mesas de comedor rectangulares u ovales son muy buenas porque no tienen ángulos tan afilados que puedan cortar el flujo de energía.
“Estas formas representan estabilidad y unidad familiar”, indican. Las mesas rectangulares favorecen el intercambio y mantienen la charla activa, mientras que las mesas ovaladas ayudan a que la energía circule con más suavidad y el ambiente se sienta más equilibrado.
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