
Las tostadas y los bagels recién hechos evocan ese aroma cálido de panadería y ese crujido que marca el inicio de una buena mañana. Pero lograr ese acabado profesional en casa no siempre resulta sencillo.
Aquí es donde la freidora de aire entra como una alternativa inteligente y eficaz. Una herramienta que permite recrear en pocos minutos ese acabado crujiente por fuera y tierno por dentro que tanto disfrutamos.
Con su circulación de aire caliente y capacidad de dorado uniforme, se convierte en el aliado perfecto para desayunos rápidos o meriendas especiales.
En este artículo te contamos cómo transformar tus tostadas y bagels en versiones de panadería usando la freidora de aire, con trucos precisos, tips sobre temperatura, tiempo y estilo para lograr un resultado óptimo.
Para conseguir ese acabado crujiente de panadería en tus tostadas y bagels, primero debes cortar el pan o el bagel por la mitad o en rebanadas del grosor que prefieras.
Corta el pan o el bagel por la mitad o en rebanadas del grosor que prefieras. Foto: Bloomberg.A continuación coloca las piezas con la cara cortada hacia arriba en la cesta de la freidora de aire precalentada, asegurándote de dejar espacio entre ellas para que el aire circule libremente.
El blog de recetas This Old Gal, por ejemplo, recomienda una primera pasada breve de unos tres minutos alrededor de 190 °C (370 °F), luego retirar, untar una fina capa de mantequilla y volver a introducir en la freidora otros tres minutos para que el acabado quede dorado y sabroso.
Uno de los aspectos clave está en no saturar la cesta: al colocar demasiadas piezas, la circulación del aire queda comprometida y el dorado queda desigual.
También es conveniente prestar atención al grosor del pan: rebanadas finas se doran más rápido, mientras que piezas más gruesas como los bagels necesitan un poco más de tiempo o un segundo “pasaje” para alcanzar un acabado perfecto.
Come las tostadas en cuanto salgan de la freidora para mantener su textura crocante.Una vez finalizado el proceso, retira las piezas de inmediato y sírvelas antes de que decaiga el crujido. Puedes añadir las coberturas que prefieras: queso crema en el caso del bagel, mantequilla o mermelada para las tostadas, o incluso preparar sandwiches rápidos.
Gracias a este método, obtienes en pocos minutos y sin complicación un desayuno o merienda sabroso, sin recurrir a hornos de gran tamaño ni ensuciar muchos utensilios. Además, es un pequeño mimo gastronómico en el hogar.
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