El desayuno clásico de “tostada francesa” suele evocarnos brunch tranquilos, mantequilla fundida y sirope de maple en una mañana de domingo.
Pero en el ritmo actual, muchas veces necesitamos una versión más rápida, limpia y sin complicaciones. Gracias a la freidora de aire, ese deseo se convierte en realidad: dorado perfecto, textura esponjosa y limpieza mínima.
En este artículo te contamos cómo transformar la tostada francesa en un desayuno ágil, sabroso y casi sin esfuerzo. Desde la elección del pan hasta el remojo, la cocción y el servicio final, para que tu experiencia sea completa y deliciosa.
El resultado: una tostada francesa bien hecha, dorada, esponjosa… y lista cuando tú decides.
Cómo hacer la tostada francesa perfecta en tu freidora de aire
La marca de electrodomésticos Typhur propone una receta para hacer tostadas francesas en la freidora de aire. El primer paso es reunir los ingredientes esenciales:
Con ingredientes básicos, una tostada francesa deliciosa. Foto: @mica.brogna. - Rebanadas gruesas de pan (como brioche, challah o tipo “Texas toast”).
- Huevos.
- Leche (entera o vegetal).
- Azúcar o su sustituto.
- Extracto de vainilla.
- Canela en polvo.
- Mantequilla para engrasar la cesta de la freidora.
- Opcional: jarabe de maple o frutas frescas, como arándanos, fresas o frambuesas.
Cómo se preparan:
- Bate en un plato profundo los huevos, la leche, el azúcar, la vainilla y la canela hasta formar una mezcla homogénea (es normal que queden algunos grumos de canela).
- Remoja el pan sumergiendo cada rebanada en la mezcla, dejándola unos segundos por cada lado -15 a 30- para evitar que quede demasiado empapado.
- Precalienta la freidora a 220 °C (430 °F) y engrasa ligeramente la cesta con mantequilla o aceite en aerosol.
Al terminar, sírvela de inmediato. Foto: Freepik. - Coloca las rebanadas sin que se superpongan y cocina unos 4 o 5 minutos por lado hasta que estén doradas y cocidas en el centro.
- Puedes servirlas calientes con aderezos a gusto, como jarabe de maple, frutas frescas o azúcar glass.
Gracias al método en freidora de aire, la limpieza queda simplificada -solo vacías la cesta y enjuagas- y la experiencia es mucho más cómoda que la sartén tradicional.
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