
Lázaro Víctor Sotacuro, el quinto detenido por el triple crimen de Florencio Varela y señalado como uno de los conductores que dieron apoyo a la camioneta en la que fueron trasladadas Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), apenas alcanzó a cruzar desde Jujuy a Bolivia cuando fue capturado.
Menos de tres kilómetros separan a la ciudad jujeña de La Quiaca de la vecina Villazón, en el sur boliviano. Allí, cerca de las 20 de este viernes, cayó Sotacuro, ciudadano boliviano con DNI argentino para extranjeros.

Las fuerzas de seguridad habían desplegado desde temprano un operativo especial en la provincia norteña. Sospechaban que podían dar con dos hombres vinculados al uso de los autos que escoltaron la desaparición de las jóvenes. Fue hace apenas una semana, cuando subieron a una camioneta cerca de la Rotonda de La Tablada, en La Matanza, rumbo a Florencio Varela, supuestamente para asistir a un evento.
Sotacuro era uno de ellos. Conducía un Volkswagen Fox que dio apoyo a la Chevrolet Tracker. Formaba una especie de caravana que abría paso a la camioneta donde viajaban Brenda, Morena y Lara.
En la búsqueda en el norte del país participaron policías y gendarmes, que montaron controles sobre rutas nacionales, provinciales y pasos fronterizos de Jujuy, bajo la sospecha de que los prófugos intentaban huir hacia Bolivia.

Al confirmarse que no estaban en territorio argentino, se solicitó la colaboración de la Policía Nacional de Villazón, con quienes se realizaron tareas conjuntas. Fruto de ese trabajo coordinado, cerca de las 20 lograron ubicar a Sotacuro en un hospedaje de la ciudad boliviana.
El quinto detenido por el triple crimen estaba siendo trasladado hacia La Quiaca para quedar luego alojado en dependencias del Departamento Federal de Investigaciones de la Policía Federal. Este sábado, se esperaba que fuera derivado a Buenos Aires y entregado a la Justicia de la Provincia, que está a cargo de la investigación.
“Para nosotros es importante haberlo agarrado justo en la frontera”, explicó la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. Dijo que tienen activados operativos de búsqueda de Interpol y despliegues “muy fuertes” en la frontera con Bolivia y, en menor medida, con Paraguay.

Consultada en radio Mitre sobre la organización narco detrás de los crímenes, describió: “Es una banda que aparece como un desprendimiento de otra que opera en La Matanza y también en villas de la Ciudad. Y este nuevo ‘líder’, Pequeño J, aparece como una figura no conocida“.
En ese sentido, habló también del pedido de captura internacional de Interpol lanzado este viernes contra Mauricio Ozorio, un joven argentino de 28 años sospechado de ser la mano derecha de Pequeño J, el sanguinario narco que habría ordenado torturar y asesinar a las tres chicas.

“Son medidas preventivas, no sabemos si está o no en el país. Tenemos alguna información de la causa, no mucha. Espero que a partir de este momento habiliten al Ministerio de Seguridad de la Nación a tener más datos porque nuestra responsabilidad es buscar a los prófugos y ya comenzamos”, solicitó.
Para la investigación, que pasó a manos del fiscal de Homicidios de La Matanza, Adrián Arribas, junto a un grupo de colegas especializados, Ozorio estuvo en la casa de Florencio Varela donde asesinaron a Lara, Brenda y Morena.
Junto con los otros cuatro detenidos que ya tenía la causa, Magalí Celeste González Guerrero (28), Miguel Ángel Villanueva Silva (25), Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18), “aplicaron múltiples golpes de puño, patadas y diversos cortes utilizando armas blancas” contra las tres chicas con la intención de matarlas.
Por último, en relación a la transmisión que se hizo en Instagram para un grupo cerrado, Bullrich manifestó que las 45 personas que vieron el video de los asesinatos “tienen la misma responsabilidad”, por lo que “todos los que miraron y los que transportaron tienen que tener la máxima pena”.
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