Este lunes 3 de noviembre dará inicio en la Cámara 12ª del crimen de Córdoba el juicio por el asesinato de Christelle Verónica Heredia, ocurrido el 16 de junio de 2024. Su expareja, el ingeniero chileno Hernán Felipe Herrera Larenas, llega acusado de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género, además de privación ilegítima de la libertad y amenazas calificadas.
Christelle, de 34 años, era relacionista pública, maquilladora y trabajaba en Radio Shopping. Sus allegados la recuerdan como una mujer alegre y entusiasta, aunque detrás de esa imagen se ocultaba un ciclo de violencia que terminó de la peor manera. Según la investigación, Herrera ejercía un control constante sobre ella, manifestando celos extremos y comportamientos posesivos. En su país de origen, ya registraba denuncias previas por violencia de género.
La noche del crimen, la joven le había comunicado su decisión de terminar la relación. Minutos después, el agresor la atacó con un cuchillo dentro del departamento de ella, en barrio General Paz. Fue el propio Herrera quien llamó al 911 y confesó el hecho, mientras presentaba cortes leves en su cuerpo.
El fiscal Gonzalo Berrotarán, a cargo de la acusación, describió la relación como un ejemplo de violencia en todas sus formas: psicológica, económica y física. De acuerdo con la querella, encabezada por el abogado Gustavo Franco, se trató de un “caso de manual de machismo”, donde la víctima fue aislada y sometida a constantes amenazas.
Un mes antes del crimen, Herrera la había mantenido encerrada durante horas y la amenazó con un cuchillo, diciéndole: “La próxima vez te voy a matar y me mato”. Esa advertencia se concretó semanas después, cuando Heredia intentó poner fin a la relación.
La familia de Christelle llega al juicio con un pedido firme de justicia. Su hermana, Alejandra Heredia, expresó el dolor que atraviesan: “Mi familia quedó destruida, incluso mi papá murió hace cinco meses por todo lo que pasó”. Aun así, mantiene la esperanza de que el proceso judicial “traiga algo de paz” y que el responsable reciba prisión perpetua.
