Franco Colapinto no tuvo el domingo que imaginaba. Después de un fin de semana difícil en Montmeló, el piloto argentino logró completar el Gran Premio de España en el puesto 15°, pero quedó lejos de sus expectativas y de las zonas de puntos. La falta de ritmo y los problemas con la degradación de los neumáticos marcaron una carrera cuesta arriba para el hombre de Alpine, que aún busca entender qué fue lo que realmente pasó.
“No entiendo bien lo que pasó… No fue lo que queríamos”, reconoció Colapinto tras bajarse del auto, en una declaración que sintetiza el desconcierto del equipo frente a un rendimiento que nunca apareció con claridad. “Fue una carrera muy complicada, con mucha degradación. Y yendo en aire sucio se gastaban mucho las gomas delanteras y traseras”, explicó el piloto de Pilar.
Desde la largada, Colapinto se mantuvo en ritmo de carrera pero sin chances de escalar posiciones de forma sostenida. En un trazado como el de Montmeló, donde la gestión de neumáticos es clave, el Alpine no ofreció herramientas para pelear en igualdad de condiciones. “No pudimos controlar bien la degradación, fue una carrera larga”, agregó Franco, que terminó lejos de su compañero Pierre Gasly, que fue octavo y sumó puntos.
El balance general del fin de semana deja más preguntas que certezas. “Tenemos que entender un poco qué es lo que pasó y cuál es el problema grande que tuvimos”, señaló. “Por momentos no éramos constantes y perdíamos, y en otros iba más rápido y cerca de Pierre”.
Con un calendario exigente por delante, que incluye el GP de Canadá en apenas dos semanas, Colapinto y Alpine tienen trabajo por hacer. El argentino lo sabe y no baja los brazos. Porque aunque hoy no se vea reflejado en el clasificador, cada carrera suma. Cada curva enseña. Cada domingo, Franco sigue manejando su propio sueño. A ritmo constante, aunque el auto diga otra cosa.
