
La cadena argentina de tecnología y electrodomésticos fundada en 2021, Start, cerró de manera definitiva todos sus locales en el país, dejando a más de 200 empleados sin trabajo. La decisión, que tomó por sorpresa a clientes y trabajadores, se produce en un contexto de caída del consumo, desabastecimiento de productos y conflictos laborales que afectaron la operación de sus 30 sucursales en 9 provincias.

La compañía, propiedad de Nicolás Osta y Esteban Isorna, del grupo Omni Group, había iniciado su expansión con locales en Cabildo y Juramento y rápidamente sumó sucursales en
- Rosario
- Bahía Blanca
- Misiones
- San Juan
- Salta
- Córdoba
- Mar del Plata
- Mendoza
- AMBA
Su catálogo incluía desde televisores, notebooks, celulares y consolas hasta electrodomésticos de alta gama como heladeras, lavarropas y aires acondicionados.
A pesar de una fuerte inversión de $235 millones en 2024 para abrir dos nuevos locales en Caballito y Salta, la empresa no pudo sostener sus operaciones físicas y decidió mantener únicamente la venta online.
La situación del sector
El cierre de Start refleja la difícil situación que atraviesan otras marcas históricas del sector. Garbarino y Compumundo, por ejemplo, fueron puestas a la venta por el Juzgado Nacional en lo Comercial N°7 para evitar su cierre definitivo, tras enfrentar un concurso preventivo debido a problemas financieros.
Si no surgen oferentes, estas compañías podrían sumarse a Start en el listado de referentes del mercado tecnológico argentino que desaparecen de manera definitiva.
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