Chiqui Tapia vio en primera fila el título de Estudiantes: insultos de los hinchas, el frío saludo de Domínguez y un posteo sin nombrar a Verón

Si la AFA lo decide, da para serie de Netflix y se termina con un final completamente impensado y lleno de épica, pero eso nunca pasará porque en esta historia el que ganó fue Estudiantes y el gran derrotado no fue Racing, que vio cómo se le escapó el Torneo Clasura en los penales, sino que esa mención puede caerle a Claudio Tapia, presidente de la Asociación que nuclea al fútbol argentino.

El episodio del espaldazo de los jugadores del Pincha, bancados por su presidente, Juan Sebastián Verón, puso a la dirigencia de la Liga Profesional de un lado y a la institución de La Plata en el otro. Por eso, el Tribunal de Disciplina castigó a la Bruja, que tuvo que ver el partido final desde una tribuna, y a los jugadores de Estudiantes involucrados, suspendidos por dos partidos que deberían pagar en el Apertura que se inicia a fines de enero.

El club platense tragó saliva y convirtió eso que consideró una injusticia en el motor de una dulce venganza que se inició con el triunfo ante Rosario Central, siguió frente a Central Córdoba y se mantuvo con Gimnasia, ganando todos los partidos en forma ajustada por 1-0 y en calidad de visitante. Así llegó a esta final contra Racing, buscando el broche de oro para su biopic.

La presencia de Tapia en el Madre de Ciudades intensificó las emocioes. Vio el partido desde un palco, mientras Verón se veía obligado a hacerlo con los hinchas porque está inhabilitado en sus funciones dirigenciales por seis meses. Fue desde ese sector de la popular que tronaron los insultos dedicados al Chiqui.

“Chiqui Tapia botón…”, comienza el cantito que se tornó habitual en muchas canchas, dedicado para quien hasta hace algunos meses era considerado como una de las personas con mayor poder e influencia gracias a sus vínculos y logros con la Selección Argentina. Esa imagen ya no luce inmaculada, sino que todo lo contrario. Y Estudiantes lo convirtió en un grito de guerra.

🇦🇷‼️ “CHIQUI TAPIA BOTÓN”: Los hinchas de Estudiantes cantan contra el dictador de la AFA y provocaron la risa de Verón mientras se sacaba fotos. pic.twitter.com/lFneqfvvwa

— Derechazo (@derechazoar) December 13, 2025

Llegaron los penales, con la confirmación del título para Estudiantes, y Tapia cumplió con los protocolos, sonriendo, besando y abrazando a todos los que se acercaban hacia esa zona de la tarima de premiación donde el clímax de la noche lo regalaron los jugadores del Pincha y su DT, Eduardo Domínguez.

El saludo de Eduardo Domínguez y el Chiqui Tapia#LPFxTNTSports pic.twitter.com/dvniAwJEH4

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El entrenador barbudo es el constructor de este Estudiantes campeón. Pero no solo por este título, con tintes épicos, sino por las cuatro conquistas que lleva en su ciclo que tiene menos de tres años y que ya se puede decir que es una era virtuosa.

Desde marzo de 2023, momento en el que asumió la conducción técnica de Estudiantes, el Pincha jugó seis finales, de las que ganó cuatro. Y con este torneo Clausura confirmó que es uno de los mejores técnicos de la actualidad.

CHIQUI TAPIA entrega las medallas a Estudiantes Campeón del Torneo Clausura 2025 🏆#LPFxTNTSports pic.twitter.com/PWUSLpnGVS

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Pero claro, también consumó, junto a los jugadores y a Verón la venganza contra la AFA, que sancionó a los futbolistas y al titular de la institución tras el pasillo de espaldas que los jugadores le hicieran a Rosario Central en los octavos de final de los playoffs en Arroyito luego de que la cúpula de la casa madre del fútbol argentino los obligara a realizarlo tras darle el polémico título del “campeón designado” a la entidad rosarina.

Domínguez juntó a su tropa y fue para adelante. Y eso que estuvo en la cornisa varias veces. Y eso que si Estudiantes no se clasificaba a los playoffs quizás se hubiera ido. Pero de casi estar de vacaciones a mediados de noviembre a ser campeón en un mes. Todo el mérito del entrenador para levantar a un plantel que había quedado muy golpeado tras la eliminación con Flamengo en los cuartos de final de la Copa Libertadores.

Con un perfil bajo, casi subterráneo, Domínguez atravesó su temporada más terrenal. Lejos del brillo discursivo, se apoyó en el trabajo cotidiano y en la convicción. Su Estudiantes es un equipo que aprendió a sumar kilómetros en escenarios hostiles, a jugar finales con el pulso firme y a no descomponerse cuando el contexto aprieta. No fue un camino lineal: hubo títulos, golpes duros y momentos de discusión interna y externa. Incluso en este mismo Clausura, el equipo llegó a la fase decisiva con lo justo, envuelto en dudas y cuestionamientos sobre su futuro.

Pero cuando el torneo entró en zona de definición, el Pincha mostró otra cara. En los cruces directos elevó su nivel, fue competitivo en cada detalle y se sostuvo en una identidad clara, producto de un mensaje firme y sostenido en el tiempo. Superó rivales pesados, se hizo fuerte fuera de casa y tuvo que ganar hasta un clásico ante Gimnasia. Y allí es donde más se observa el trabajo del yerno de Carlos Bianchi: carácter, temple y personalidad en los partidos que no admiten margen de error. En ese recorrido, volvió a demostrar que sabe leer los momentos y tocar las teclas justas cuando la presión es máxima.

Gracias al combustible inyectado por la AFA, Domínguez construyó un Estudiantes con la sangre en el ojo. Supo convertir el enojo y la incomodidad que generaron los conflictos con la AFA en combustible para el grupo. Mientras él ponía el cuerpo en las conferencias, el equipo respondía en la cancha, transformando la bronca en intensidad y concentración. No fue casualidad: fue conducción. Y mostró su personalidad cuando al recibir la medalla por parte de Tapia, apenas le tendió la mano en un saludo muy frío. Lo mismo pasó con la mayoría de los jugadores.

Un rato después llegó el mensaje de Tapia en las redes, otro paso habitual en este tipo de ocasiones, aunque haciendo una curiosa omisión porque nombró a todo el mundo menos a su presidente.

“Felicitaciones al plantel, a la Comisión Directiva, a Eduardo Domínguez junto a su cuerpo técnico y los colaboradores de Estudiantes por la consagración del Torneo Clausura 2025. Saludos a todos los hinchas y socios del Pincha”, se lee en la cuenta de Twitter de Tapia.

Felicitaciones al plantel, a la Comisión Directiva, a Eduardo Domínguez junto a su cuerpo técnico y los colaboradores de @EdelpOficial por la consagración del Torneo Clausura 2025.

Saludos a todos los hinchas y socios del Pincha. pic.twitter.com/UCqU0eHKbg

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Pero si de protocolos se habla, ahora habrá que ver quién le hace el pasillo de campeón a Estudiantes. ¿Será Platense cuando disputen el Trofeo de Campeones el sábado próximo? ¿Debería tocarle a Independiente, su primer rival en el Apertura pero jugando en Avellaneda? ¿O habrá que pedírselo a Boca, que visita La Plata en la segunda fecha?

El pasillo de Estudiantes a los jugadores de Racing#LPFxTNTSports pic.twitter.com/ymdQaX0MCc

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Pedidos y exigencias al margen, Racing demostró hidalguía e improvisó un pasillo con aplausos para el campeón, a pesar de caer derrotado y que no estaba obligado. Un rato antes, el Pincha había hecho lo propio con la Academia. Fue una linda imagen, digna de Netflix.

fuente: CLARIN

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