
Celeste Cid compartió en sus redes sociales un desgarrador testimonio sobre el acoso que ha enfrentado durante dos décadas por parte de un hombre que comenzó a perseguirla cuando era adolescente. Su denuncia, realizada en sus historias de Instagram, busca visibilizar la gravedad de una situación que, asegura, pone en evidencia las falencias del sistema judicial y la falta de protección para las víctimas.

Un acoso sistemático y escalofriante
La actriz reveló que todo comenzó cuando tenía 15 años, recibiendo en su lugar de trabajo “cajas con fotos recortadas de revistas junto a decenas de preservativos usados y cartas”. Aunque intentó bloquearlo en redes sociales, el acosador multiplicó sus cuentas, incrementando el nivel de hostigamiento y amenazas.
“Este es el segundo botón antipánico que tengo”, confesó al mostrar una imagen de la aplicación de emergencia que utiliza, dejando en claro que la situación se ha convertido en un peligro latente.
El quiebre: un incidente en Uruguay
La preocupación de Cid aumentó cuando, en octubre pasado, durante la presentación de su libro Intimidad en la Feria del Libro de Uruguay, el acosador intentó acercarse. En Argentina, el hombre tiene una orden de restricción perimetral, pero esta no tiene validez fuera del país. “Por suerte, la policía lo reconoció y logró detenerlo antes de que llegara a la sala”, relató.

Una denuncia que evidencia la vulnerabilidad del sistema
Cid reflexionó sobre la frustración que siente al tener que revivir constantemente esta situación ante la justicia. “¿Por qué termino yo con la sensación de estar ‘encerrada’, mientras él sigue libre? Me queda la sensación de un sistema que pone a las mujeres en una zona de encierro y a las personas que necesitan tratamiento, en una zona de abandono”, sentenció.
Un pedido de justicia y reflexión social
La actriz agradeció el apoyo recibido por parte de la Fiscalía y su abogada, pero subrayó la necesidad de que un juez tome en serio la gravedad del caso, que afecta no solo su tranquilidad sino su seguridad. “Estamos a la espera de que alguien vea el peligro real que representa este comportamiento sistemático de más de 20 años”, concluyó.
Su testimonio no solo busca protegerse a sí misma, sino también visibilizar una problemática que afecta a muchas mujeres, poniendo en debate la necesidad de reformas urgentes en la legislación y el tratamiento de casos de acoso y violencia psicológica.
