
Durante las últimas semanas, las declaraciones de las madres de las víctimas y de los acusados fueron el foco de atención en las distintas audiencias; ahora, el debate se centra en los análisis toxicológicos y bioquímicos que buscan explicar las causas detrás de estas tragedias. Para ello, el pasado lunes se contó con la participación de varios peritos, quienes buscaron brindar algunas explicaciones sobre lo que habría pasado con los bebés.

Luis Alberto Ferrari, un reconocido perito y académico de la Universidad de La Plata, junto con Virginia Soler, perito oficial, presentaron hallazgos determinantes. Según Ferrari, en el caso de Melody Molina, fallecida el 6 de junio, los niveles de potasio en el cuerpo eran tan elevados que “sólo podrían explicarse por el ingreso externo de potasio”. Esta conclusión fue respaldada por análisis del electrocardiograma, que mostraron patrones típicos de intoxicación por esta sustancia.
Por su parte, Mario Pacheco, perito de la defensa de Brenda Agüero, planteó hipótesis alternativas. En este y otros casos, sugirió que condiciones como la acidosis o infecciones podrían justificar los valores elevados de potasio. Sin embargo, Ferrari refutó esta posibilidad al afirmar que los niveles hallados superaban en un 200% los rangos normales y que, en su experiencia de más de cuatro décadas, no había registrado casos similares sin intervención externa.

El análisis de otros casos, como el de Angeline Rojas y el de bebés afectados por hiperinsulinemia, refuerza las sospechas de intencionalidad. Ferrari señaló que los valores de insulina en ciertos casos eran 21 veces superiores a lo normal, indicando que “no hay explicación médica razonable fuera de la inoculación exógena”. Además, explicaron que se identificaron lesiones compatibles con pinchazos, sugiriendo una posible aplicación de sustancias letales.

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