La familia de Milagros Bastos se presentó como querellante en la causa por el asesinato de la joven de 22 años, cuyos restos fueron hallados en el placard del departamento del expolicía Horacio Grasso, en un edificio ubicado en Buenos Aires 300. La presentación judicial se produjo pocos días después de la identificación de los restos, en un caso que conmociona a Córdoba.
“Nosotros nos hicimos cargo desde los tres meses de vida porque la mamá no la podía tener, estamos destruidos. Queremos justicia por ella y por todo lo que ha hecho este tipo (Grasso), que caigan todos los que tengan que caer“, afirmó la madre adoptiva de Milagros, al momento de presentarse ante la Justicia. Por su parte, el padre adoptivo agregó frente al micrófono de Canal 10: “Él andaba muy suelto, hacía lo que quería porque nadie lo controlaba, tenía muchos beneficios”.
La investigación sobre el presunto femicidio está a cargo del fiscal José Bringas. Mientras Horacio Grasso permanece detenido en la cárcel de Bouwer, su hermano Javier Grasso continúa prófugo, y las autoridades siguen buscando avances que permitan esclarecer la responsabilidad de cada implicado en el caso.
