Un caso que comenzó como un secuestro extorsivo en Alta Gracia terminó siendo investigado como trata de personas, con dos familiares de la víctima ya detenidos. La investigación judicial reveló que la adolescente, perteneciente a un conocido clan gitano, había sido ofrecida para una unión forzada a cambio de una importante suma de dinero.
De secuestro a trata: el giro inesperado de la investigación
El episodio ocurrió en agosto del año pasado, cuando un hombre secuestró a la joven y exigió euros por su liberación. Sin embargo, tras la rápida intervención de la División Antisecuestros de la Policía de Córdoba, que la rescató en Buenos Aires en apenas 48 horas, las pesquisas judiciales tomaron un rumbo distinto. El fiscal federal Enrique Senestrari descubrió que en realidad se trataba de un caso de trata de personas, donde la propia familia había ofrecido a la menor para un “matrimonio” forzado.
La joven vulnerable y el “negocio” familiar
Según pudo establecerse, la adolescente vivía en situación de extrema vulnerabilidad, con escasa educación y al cuidado de familiares, mientras su madre tenía poco contacto con ella y su padre residía en el exterior. Esta condición de desprotección habría sido aprovechada por dos de sus parientes, quienes la ofrecieron al ahora secuestrador para concretar una unión a cambio de dinero. Al no concretarse el pago, el hombre decidió llevársela por la fuerza.
La investigación continúa avanzando mientras los dos familiares acusados de orquestar este “negocio” humano permanecen detenidos. El caso expone las redes de trata que operan incluso dentro de los círculos familiares más cercanos, donde las víctimas más vulnerables terminan siendo mercancía de cambio.
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