
Invito a un paseo por el futuro de la ganadería. Prometo una historia fascinante, que arrancó hace unos meses, cuando el cabañero argentino Héctor Mario Eyherabide me llamó desde Estados Unidos para contarme lo que estaba viviendo, en una de sus habituales visitas al renombrado Lee Leachman, sin duda el ganadero más innovador de la historia.
“Jamás imaginé que esto era posible”. Estaba viendo unos novillos en terminación, de más de 600 kilos y excelente conformación carnicera.
Algo de esto te conté hace unos meses, pero fue solo la punta del iceberg. La novedad es que eran cruza de una lechera Jersey por un toro “de diseño”, creado por Leachman como raza cruzante. Lo llamó “Stabilizer”, un híbrido de varias razas carniceras, entre las cuales estaba el Shorthorn.
También vio novillos hijos de Stabilizer sobre vacas Holstein, 20 veces más abundante que las Jersey en los EEUU, y donde se focaliza el proyecto URUS, que encaró Lee sumando un poderoso grupo de socios a su empresa Leachman Cattle.
El modelo apunta a sortear el principal desafío que tiene hoy la producción de carne en los Estados Unidos: la escasez de vientres. El rodeo está en el nivel más bajo en 73 años: 28 millones de cabezas. Y la tendencia se agudiza: cayó en más de un millón de vacas de cría en los últimos dos años.
Eso genera escasez de terneros, un problema que se está agudizando por la prohibición de importarlos desde México –como sucedía tradicionalmente– por la presencia del “gusano barrenador” (screwworm).
La idea de Leachman es sumar al rodeo de carne, los vientres lecheros. Son 9 millones de cabezas, que gracias al salto tecnológico del semen sexado, están cada vez más disponibles para ser preñadas por semen para carne. Antes del semen sexado, los tambos no tenían sobrantes porque solo la mitad de los nacimientos eran hembras. Tenían que retenerlas prácticamente a todas para reponer las que salían por viejas o se descartaban por otras razones.
El semen sexado, además, permitió acelerar la mejora genética, ya que se podía aumentar la presión de selección. De hecho, la tendencia es preñar solo las vaquillonas, que al ser siempre la última generación, es la que más incrementa el potencial productivo.
La consecuencia de este desarrollo es que dos tercios o más de las vacas en ordeño quedan liberadas. Y gracias a los buenos precios del ternero, están generando un nuevo negocio para los tamberos. La raza Holstein da buenos novillos, pero se los castiga en el precio por una “cuestión de camiseta”: a los packers (frigoríficos) no les gustan los “black and white” (overos) a pesar de su excelente rendimiento en gancho y buena calidad de carne.
Dos centros de inseminación asociados, Alta y Genex, distribuyen el semen de Stabilizer, bajo contrato con los tamberos. Los terneros se retiran al nacer, luego de tomar el calostro, y en esta etapa interviene el veterinario Kee Jim, quien se integró al modelo con sus cinco centros de recría de GK Jim Farms.
Una vez recriados, van al corral de terminación, un imponente feedlot que está finalizando su construcción a fin de año. En Haigler, Nebraska, es sin duda el más moderno de los Estados Unidos, con una capacidad para 150.000 cabezas, sobre 300 hectáreas totalmente pavimentadas con hormigón pretensado. Se lo puede ver desde el Google Earth: está identificado con su nombre, Blackshirt Feedyards. Vale la pena verlo.
La idea es recoger toda la bosta y destinarla a la producción de energía, pero por sobre todas las cosas evitar la contaminación de napas y cursos de agua. Un enorme piletón forrado en polietileno de alta densidad apunta en la misma dirección. Un modelo de economía circular que apunta a modificar la narrativa sobre el impacto ambiental de la explotación ganadera.
En este sentido, el modelo de BxD (Beef for Dairy, es decir, cruza de lecheras por carniceras) de URUS tiene un atributo adicional: una bajísima huella de carbono. En un rodeo lechero, no se contabilizan las emisiones generadas durante la gestación, ya que la vaca tiene que preñarse para dar leche. Así que, a diferencia de la vaca de cría, el tenero viene “de yapa”.
Bueno, esto está sucediendo. No es el único proyecto de BxD, pero sin duda el más trascendente. Habrá que prestarle atención.
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