
Carlos Alcaraz tiene un talento que equilibra cualquier cuestión física. Después de asustar a todos (hasta él mismo) por haberse torcido el tobillo en su debut en el ATP 500 de Tokio contra el argentino Sebastián Báez, el español avanzó este domingo a las semifinales después de un sólido triunfo contra el estadounidense Brandon Nakashima por 6-2 y 6-4, que incluyó una jugada brutal que bien podría estar nominada a las mejores del año 2025.
— ATP Tour (@atptour) September 28, 2025
El español volvió a jugar con vendas, visibles por encima de su media izquierda, y reconoció tras el partido haber adaptado su estilo de juego para proteger la zona. “Tuve que jugar más agresivo de lo normal porque quería que él corriera más que yo en este partido”, declaró Alcaraz sobre su estrategia del partido.
“Se podía ver que a veces yo no iba tan rápido como quería, estoy teniendo precauciones con los pasos que doy durante el partido”, afirmó, pese a que en el décimo y decisivo game del encuentro no pareció tener ningún problema en llegar a la red y, a pura muñeca, cruzar la pelota en forma espectacular.
En una hora y 20 minutos, Alcaraz superó a Nakashima (N.33) y se citó el lunes en las semifinales contra el noruego Casper Ruud (N.12).
“No voy a mentir, creo que he jugado increíble hoy”, dijo Alcaraz, que había cedido tres breaks el sábado contra el belga Zizou Bergs, pero no tuvo tantas concesiones hacia Nakashima, a quien le rompió el servicio de entrada.
El estadounidense pareció reaccionar en el segundo set, pero Alcaraz logró el break en el quinto juego y, tras desaprovechar tres bolas de partido en el noveno, cerró el encuentro con su servicio.
Ruud, su rival en semifinales, se impuso 6-3, 6-2 al australiano Aleksandar Vukic, mientras que la otra llave enfrentará a los estadounidenses Taylor Fritz (N.5) y Jenson Brooksby (N.86).
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