La empresa exporta parte de su producción a países vecinos, como Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Ahora sumó a Australia.
Tras varios años de gestión, Mosaicos Blangino logró su primera exportación a Australia. En esta oportunidad envió mosaicos de gran tamaño que no se venden en Argentina. Una operación poco común que implicó un desarrollo especial para bajar el peso de la baldosa.
Entre finales del 2013 e inicios del 2014, la empresa de nuestra ciudad comenzó sus primeros contactos con el mercado australiano, con la idea de empezar a exportar las baldosas que fabrica en su planta de Monte Cristo.
Por el tipo de producto, el peso tiene mucha incidencia en los costos de la operación –el transporte representa, aproximadamente, 30 por ciento de la facturación–, razón por la cual empresas de este rubro exportan generalmente a países vecinos. Por lo tanto, el primer problema por resolver era lograr un producto liviano que hiciera viable la operación.
Para eso, aplicó tecnología que incorporó hace más de dos años, un equipo italiano en el que invirtió 670 mil euros (más de 78 millones de pesos a la cotización actual), y sumó el trabajo de su propio equipo de investigación y desarrollo.
De esta forma, la firma de Monte Cristo logró el tipo de baldosas que pedía el cliente, un mosaico de 60 x 60 centímetros –producto que no se vende en Argentina–, al tiempo que redujo el espesor de 4,5 a 2,5 centímetros. Además, aplicó un tratamiento con aditivos especiales, para controlar el movimiento que tiene el cemento, el principal componente de una baldosa.
INGRESO AL MERCADO
Blangino empezó a realizar los primeros envíos en 2019, cuando envió el primer contenedor para que el cliente pudiera probar el producto, y recién días pasados logró su primer pedido, que consta de 2.500 metros cuadrados de este tipo de mosaicos grandes, que se enviarán en siete o en ocho contenedores y que deben llegar a Sídney en Septiembre.
El comprador es un importador de materiales de construcción y el usuario final será el Commonwealth Bank of Australia, uno de los mayores bancos de ese país, con operaciones en Nueva Zelanda, Fiji, Filipinas, Asia, Estados Unidos y el Reino Unido.
Gustavo Gómez, gerente general y vicepresidente de Blangino, en una entrevista en el matutino La voz del Interior, explicó: “Haber conseguido la operación es ya una proeza importante, por los costos que implica. Ahora, tenemos mucha expectativa puesta en este producto, porque el importador lo vendió con instalación. Si sale bien, va a ser una vidriera muy grande”.
La principal competencia en ese mercado proviene de España y de Argelia, por lo cual la empresa cordobesa toma esta oportunidad como una primera experiencia para luego abordar otros mercados, como Europa.
Innovación
PLANTA “CUSTOMIZADA”
La operación va en línea con el proyecto en el que viene trabajando desde hace varios años, es decir, lograr que la fábrica de Monte Cristo pueda adaptar la producción a los pedidos de sus clientes.
“Este tipo de desarrollos mantiene la esencia de lo que se viene buscando, una planta customizada que nos permite pasar de un proyecto como el piso in situ que se hizo para Dinosaurio Mall hasta grandes baldosas industrializadas”, asegura el ejecutivo al matutino cordobés .
Con este perfil Mosaicos Blangino apuesta desarrollar otros negocios de la misma envergadura, aunque reconocen que la exportación es un negocio de largo plazo.
Mientras tanto, a nivel interno, avanza en otro de sus proyectos: la integración vertical con la minería.
La retracción del mercado interno, proceso que comenzó en 2018, pero que se profundizó con la pandemia del virus Covid-19, viene reduciendo la cantidad de proveedores de rocas, uno de los principales insumos para elaborar los mosaicos.
“Hasta ahora, junto con un socio, estamos trabajando en una mina de mármoles y roca en Yacanto, para extracción de piedra blanca. El paso siguiente será conseguir otro yacimiento de piedra negra y alguno más de piedra blanca, ya que las minas tienen un ciclo de vida definido”, previene.