Beatriz Goyoaga, coordinadora de El Arte de Vivir: Con la respiración se pueden revertir las emociones

Beatriz Goyoaga es española, periodista y fue corresposal en el extranjero durante mucho tiempo. Durante su ajetreada carrera, un buen día se detuvo y decidió ya no seguir en ese “estado de estrés constante” en que, asegura, “vive la humanidad”. Fue entonces cuando conoció la Fundación El Arte de Vivir, que basa sus principios de bienestar en dos pilares fundamentales: la respiración y la meditación.

“Vine de corresponsal extranjera y ya me quedé a vivir acá, en Argentina. Estuve muchos años de periodista y ahora estoy voluntaria haciendo este trabajo para tener una sociedad un poquito menos estresada, un poquito menos angustiada. Son épocas muy difíciles. Entonces, el poder tener un poco de tranquilidad vale mucho la pena”, resume su rol en diálogo con Vía País.

Para Beatriz, hoy ” el universo está patas para arriba”. “Donde no hay guerra, hay tsunami, donde no hay tsunami, hay inundaciones, donde no hay inundaciones, hay fuegos naturales o enfermedades epidémicas… La cantidad de suicidios de jóvenes ha subido tremendamente. La pandemia ha dejado mucha soledad, mucha angustia y entonces, ahora. es el momento de tirar un cable a la gente”, repasa.

Y agrega: “Los vientos emocionales están soplando. Es el momento de ponerse el arnés para que ese viento no te lleve. ¿Y si te lleva, qué pasa? Te puedes divorciar y a lo mejor en otro momento no lo habrías hecho, te lleva a la enfermedad, al estrés, a todas estas cosas que no queremos”.

En el sentido literal es fácil saber cómo amarrarse a un arnés cuando soplan los vientos, pero ¿cómo amarrarse emocionalmente? “Esto es lo que yo transmito desde hace 26 años, porque a mí me cambió la vida: técnicas de respiración, de meditación para tener más equilibrio emocional”, explica Beatriz.

“Ahora los lectores estarán pensando ‘pero yo también respiro y estoy como una moto de mal”. La respiración no es solamente esto automático que hace el pulmón: se puede utilizar conscientemente. Así como cuando orinamos para un análisis: que pensamos, preparamos el frasco, orinamos dentro de este. Es decir, utilizamos conscientemente la orina. Con la respiración se puede hacer lo mismo”, señaló la coordinadora de El Arte de Vivir.

¿Qué se puede hacer con la respiración consciente?

“Cada emoción tiene un ritmo de respiración distinto. Trabajando con los ritmos de la respiración puedes revertir esas emociones que ya no necesitas tener. Miedo, angustia, soledad, odio, ira, qué sé yo, todo lo que tenemos almacenado, que queremos sacar del medio”, asegura Beatriz.

La periodista asegura que su “yo anterior” vivía en el “frenesí del estrés”. “Se me caía el pelo, tenía insomnio, tenía la respuesta ácida. Vivía estresada, me llamaban a las 5:00 de la mañana diciendo ‘necesitamos urgente una nota con el ministro de economía”… Ese frenesí de tener que atender muchas cosas. Vivía en un estado de estrés como vive la humanidad”, aseguró.

¿Qué es el estrés?

“El estrés no es sobrecarga de actividad, el estrés no es sobrecarga de trabajo. Estrés es muchas cosas para hacer, poco tiempo para cubrir y energía baja. Entonces: las cosas no las puedes eliminar y el tiempo no lo puedes estirar, es decir, la única cosa que sí puedes cambiar es tu nivel de energía”, indica Goyoaga.

Para ella, elevando el nivel de energía es posible “hacer la misma cantidad de cosas o más en ese tiempo o en menos”. “Lo que hay que hacer es cambiar el nivel de energía”, asegura.

¿Cómo se aumenta el nivel de energía?

Hay algunos puntos claves, según El Arte de Vivir, para modificar la energía. “Yo lo aprendí hace 26 años y la gente, siendo muy lista, las ignora por completo”, dice Beatriz.

  1. Alimentación

“Empezar a ver qué comes y qué bebes. La gente vive a sándwich, a tarta congelada, la gente vive así, a rapiditos. Eso no tiene energía, todo lo frizado, lo texturizado, lo congelado, lo enlatado… Si te comes una manzana, un trozo de queso y una ensalada, eso tiene un montón de energía porque está fresco, recién preparado, recién cortado”.

  1. La propia respiración

“La respiración utilizada correctamente, conscientemente con las técnicas, te hace un cambio de energía brutal. La cantidad de cosas que yo cubro no se puede creer. Y es porque tengo la energía alta”.

  1. Descanso

“Te acuestas tarde, te llevas el ”porro” – así le llamó al celular- a la cama, tienes el televisor enchufado en el dormitorio… Entonces hay que tomar conciencia de poder dormir y descansar profundamente. Y descansar no es dormir, descansar es voluntariamente no hacer nada y ya no sabemos no hacer nada. Hay que aprender a no hacer nada”. También recomendó caminar escuchando música, hacer natación o cualquier cosa que no sea un trabajo intelectual.

  1. Hacer cosas que nos hagan feliz

“La gente dice que no hace las cosas que le gusta porque no tiene tiempo. Trabajamos entre 8 y 12 horas para otra persona: ¿cómo no vas a encontrar 15 o 20 minutos para hacer las cositas que a ti te hacen feliz?“.

Enseñar a meditar como trabajo social

Gracias a su alta energía, Beatriz aprendió a abarcar distintos universos y toparse con diferentes universos. “Estoy en las cárceles, estoy con los chicos de la calle, pero también estoy enseñando a meditar en las empresas, en los bancos. Hoy en día la meditación es solo cambiar una letra, medicación por meditación, la C por la T. Ya no es un esnobismo, es necesario para darle el descanso necesario a esta mente acelerada”, aseguró.

Sobre su trabajo social, contó: “Tenemos como 15 recorridos que hacemos 2 veces por semana en Capital y en la provincia. No solo vamos dar de comer, sino a elevarles la energía a la gente en situación de calle, porque de comer puede dar Cáritas, puede dar mucha gente, pero cuántos hay que les enseñen a meditar, que pueda esa gente que se abra una lucecita de esperanza. Prestarles atención, escucharles, tirarles una mano por ahí… Cantamos con ellos, hacemos yoga y es un proceso muy lindo”.

Cómo cambió la vida de las personas El Arte de Vivir

“Me han dicho: ‘me cambió la vida porque he dejado de ser violento’. Si es un joven, ‘me cambió la vida porque he dejado de emborracharme y pegarle golpes a mi abuela’. Tengo gente que me ha dicho ‘me cambió la vida porque me he curado’, ‘dejé de tomar pastillas, psicofármacos para la depresión’. La gente te dice cosas que Dios mío, no lo puedo creer”, contó Beatriz acerca del efecto que tuvo la aplicación de los conceptos de El Arte de Vivir en la vida de quienes lo probaron.

“Pongo las manos en el fuego que te cambiará la vida. No es que me estoy arriesgando a decir algo, entiendes, a nadie le hago comerse un buzón, pero la gente tiene que trabajar sobre eso. Lavarse el cuerpo, lavarse los dientes y lavarse la mente y no salir con la mente como salimos: sucia, llena de problemas y de trabas. Todos los días, airear, airear, airear”, asegura la coordinadora.

Y concluye: “Yo hace 26 años que lo hago todos los días, en mi casa, sin costos, sin efectos secundarios. No tuve que cambiar de marido, ni de religión, ni de país, ni de nada. Sigo siendo la misma ama de casa, la misma periodista, pero ahora tengo una energía que no me para ni Dios”.

fuente: VIAPAIS

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