
Después del horror y la sangre de “un film de terror” en el tren de Doncaster a King’s Cross y los héroes anónimos que salvaron tantas vidas el sábado por la noche, un británico ha sido acusado de once cargos de “intento de asesinato” en este apuñalamiento masivo. Pero nada va a frenar el pánico entre los que deben usar un tren en Gran Bretaña, a pesar del reforzamiento policial en las estaciones.
Anthony Williams, de 32 años y residente de Peterborough, fue arrestado instantes después de que el tren de LNER, que cubría la ruta Doncaster-Londres King’s Cross, se detuviera en la estación de Huntingdon el sábado por la noche.
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Ataque a puñaladas en un tren del Reino Unido: varios heridos y dos detenidos
Todo vestido de negro, intentó cruzar un cerco tras bajar del tren con el cuchillo de cocina en la mano. La policía lo controló con un táser mientras él gritaba: “Mátenme, mátenme”.
El sospechoso también fue acusado en relación con un presunto ataque en Londres. Atacó a su víctima con un cuchillo en el rostro el día anterior. Deberá comparecer ante el tribunal de magistrados el lunes. El segundo detenido fue liberado y exonerado de toda responsabilidad.
Diez personas fueron trasladadas al hospital y una undécima acudió por sus propios medios al servicio de urgencias. Nueve estuvieron muy graves y fueron estabilizadas. Uno sigue en terapia intensiva.
Viorel Turturică, de 42 años, taxista, declaró que el agresor se reía y les decía a los agentes “el diablo siempre gana” mientras era detenido.
“Lo que oí cuando estaba en el suelo fue su risa”, declaró a la BBC. “Empezó a reírse y dijo: “El diablo siempre gana””.
La Fiscalía
El Servicio de la Fiscalía de la Corona (CPS) anunció el lunes que había autorizado a la policía a acusar a Williams de once cargos de intento de asesinato, un cargo de agresión con lesiones y dos cargos de posesión de arma blanca. También se lo acusa de otro cargo de intento de asesinato y posesión de arma blanca, en relación con un incidente ocurrido el 1 de noviembre en la estación de DLR de Pontoon Dock.
Tracy Easton, fiscal jefe de CPS Direct, declaró: “Nuestro equipo de fiscales de guardia trabajó para determinar que existen pruebas suficientes para llevar el caso a juicio y que es de interés público continuar con el proceso penal”.
Seguridad reforzada en la estación de King’s Cross, en Londres, este lunes. Foto: AP“Colaboramos estrechamente con la Policía Británica de Transporte para revisar un gran volumen de pruebas, incluidas grabaciones de CCTV. El número de cargos se mantendrá en revisión a medida que avance el caso”, explicó.
“Conocemos el impacto devastador que han tenido los sucesos del tren del sábado y cómo el incidente conmocionó a todo el país. Nuestros pensamientos están con ustedes”, dijo la jefa de los fiscales.
Un tren repleto de pasajeros
El ataque con arma blanca comenzó justo después de que el tren saliera de la estación de Peterborough, a las 19:30 del sábado. Entre los pasajeros se encontraban decenas de aficionados del Nottingham Forest, que regresaban de un partido. El tren iba repleto de pasajeros.
Un atacante, armado con un cuchillo de cocina grande, gritó a los pasajeros que “el diablo no va a ganar” mientras sembraba el terror en un tren de alta velocidad con destino a Londres.
Fueron 14 minutos de horror. Anthony Williams avanzaba en cada vagón del tren, en medio de gritos de terror y corridas de los pasajeros, apuñalando indiscriminadamente a quienes buscaban refugiarse donde podían. Muchos corrían de vagón en vagón, pero no sabían dónde finalizaba el tren exactamente.
Los asientos del tren quedaron empapados de sangre durante el ataque. Un testigo presencial comparó la escena con “algo sacado de una película”. Otros pensaron inicialmente que se trataba de una broma de Halloween. El atacante tenía los ojos desorbitados, “como poseído”, según la descripción de los pasajeros.
Una pasajera, Dayna Arnold, de 48 años, declaró a “The Telegraph” que vio al atacante acercarse a ella con el cuchillo.
“Le dije: ‘Por favor, por favor, no’. Entonces algo cambió en sus ojos y dijo: ‘El diablo no va a ganar’”, contó.
El tren de la línea London North Eastern Railway donde ocurrieron los hechos. Foto: ReutersOtro pasajero, un hombre mayor, intervino para impedir que el agresor apuñalara a una niña, sufriendo heridas en la cabeza y el cuello. La cubrió con su cuerpo. Otros usaron su ropa para intentar detener la hemorragia.
Tras la parada del tren en Huntingdon, el atacante, vestido de negro, fue grabado por las cámaras de seguridad caminando por el andén, con un cuchillo de cocina largo en la mano.
Aunque se ha descartado el terrorismo, la policía continúa investigando el móvil de los ataques. Se cree que podría tratarse de un caso psiquiátrico.
El lunes por la mañana, la policía desplegó un gran número de agentes armados en las principales estaciones y trenes de la línea East Coast afectada, entre Doncaster y Londres, al menos hasta el martes, para tranquilizar a la población.
Hubo dos héroes que salvaron muchas vidas en esos 14 minutos de espanto y miedo. Uno es Andrew Johnson, el conductor del tren, que lo desvió de las vías en las que iba para hacer una parada de emergencia en la estación de Huntingdon, cerca de Cambridge. El otro es un hombre de la tripulación, que se encuentra entre la vida y la muerte en terapia intensiva, tras haber enfrentado al atacante y no ha sido identificado.
En la noche del domingo, Johnson, originario de Peterborough, declaró a ITV News: “Solo estaba haciendo mi trabajo”.
Hizo algo más. Reaccionó con la experiencia, el entrenamiento y la sangre fría de un veterano de guerra. Durante 30 años estuvo en la Royal Navy británica y participó en la guerra de Irak, antes de reentrenarse como conductor de tren.
En cuanto fue alertado del ataque, Johnson desvió el tren de Peterborough a King’s Cross hacia Huntingdon. Esto le permitió detener el tren en el andén, en lugar de pasar por Huntingdon e intentar detenerlo más adelante, perdiendo así un tiempo valioso para los servicios de emergencias, ambulancias y fuerzas de seguridad que esperaban.
Un fornese inspecciona el tren. Foto: ReutersJohnson, en cambio, elogió a su compañero herido, diciendo: “El valiente fue mi compañero, que está hospitalizado”.
Nigel Roebuck, un oficial de ASLEF, declaró: “El conductor no detuvo el tren entre dos estaciones, donde obviamente es difícil que lleguen los servicios de emergencia, sino que continuó hasta llegar a Huntingdon, donde la respuesta de los servicios de emergencia ya estaba prácticamente desplegada”.
El tren de LNER partió de Doncaster, en South Yorkshire, a las 18:25. Aproximadamente una hora después, testigos describieron escenas de pánico en el tren, cuando pasajeros ensangrentados comenzaron a correr por los vagones alertando a los demás del ataque.
El testigo Thomas McLachlan, de 19 años y residente de Londres, quien regresaba de un viaje a Newcastle, describió cómo la gente salía del tren “empapada en sangre”.
Le dijo a la BBC: “Oí que decían ‘lo han apuñalado’. Vi cómo el pánico se extendía por los rostros de los pasajeros del vagón”.
“Un par de minutos después, el tren llegó a Huntingdon y vi a muchos otros pasajeros bajar completamente empapados en sangre. Había un hombre que se cubría la cabeza con una sábana blanca; parecía que lo habían apuñalado dos veces. Había heridas muy graves. Y reinaba el miedo entre todos“, dijo.
Los fans del Nottingham Forest regresaban a Londres tras ver un partido. Stephen Crean era uno de ellos y ha sido elogiado por acercarse valientemente al presunto agresor.
A pesar de las advertencias de otros pasajeros de que no se acercara, Crean le habría dicho a otro aficionado del Forest que iba a “enfrentarlo”.
Posteriormente, se vio a Crean en la estación de Huntingdon, visiblemente herido y recibiendo atención médica.
En una emotiva publicación de Facebook sobre el aficionado al fútbol, el club Munster Forest escribió: “Lo conozco desde hace al menos 10 años y es una de las personas más bondadosas que puedas conocer”.
“Valientemente se interpuso entre unos niños y el peligro para protegerlos. ¡Es todo un héroe!”
Más poderes a la Policía
Se espera que Shabana Mahmood, la ministra del Interior, haga una declaración sobre el ataque en la Cámara de los Comunes.
Chris Philp, portavoz del ministerio del Interior en la oposición, pidió un aumento drástico de los controles policiales para retirar muchos más cuchillos de las calles. También la instalación de cámaras de reconocimiento facial en tiempo real en los centros urbanos y estaciones de tren, para ayudar a la policía a capturar a delincuentes peligrosos.
Philp solicitó que se otorguen a la policía amplios poderes para detener y registrar a cualquier persona en zonas de alta criminalidad.
“También necesitamos retirar muchos más cuchillos de las calles. Eso significa que tenemos que aumentar drásticamente el uso de los registros”, declaró.
“La implementación del reconocimiento facial en tiempo real en los centros urbanos y estaciones de tren ayudará a garantizar que quienes son buscados por infringir la ley no puedan evadir la justicia y cometer más delitos”, añadió.
El primer ministro británico, Sir Keir Starmer, rindió homenaje a la “excepcional valentía” del personal y los pasajeros del tren, así como a la “máxima profesionalidad” de los servicios de emergencia, cuyas acciones, según dijo, “salvaron vidas”.
El Rey declaró estar “verdaderamente consternado e impactado al enterarse del terrible ataque con cuchillo”. “Nuestras más sinceras condolencias y pensamientos están con todos los afectados y sus seres queridos”, escribió, en un comunicado, junto a la Reina.
fuentes gubernamentales indicaron que el aumento de agentes de policía desplegados en la red ferroviaria se concentrará en las principales terminales, como Londres, Birmingham, York, Leeds y Mánchester, así como en los trenes de la línea East Coast y en Huntingdon.
El control de la narrativa
Desde el momento del ataque, el gobierno salió a controlar la narrativa. Su temor fue que los responsables fueran migrantes, como sostenían las redes sociales desenfrenadamente. Pedían no especular con teorías conspirativas.
La migración divide a Gran Bretaña. Ha habido ataques a los hoteles donde se encuentran los migrantes, que van a ser redistribuidos en bases militares como nuevo alojamiento.
Quince horas después del hecho, en una conferencia de prensa, la policía dijo sorpresivamente que los sospechosos eran dos británicos: uno negro y otro de origen caribeño. Nunca había pasado antes.
Era una nueva política revelar la etnicidad, después del ataque de un joven británico de origen ruandés en Southport, en un jardín de infantes, que se convirtió en otra masacre. Eso generó inmediatamente ataques a migrantes y a sus hoteles. Era el escenario que no querían que se repitiera el sábado por la noche y buscaban evitarlo a cualquier costo.
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