Así luciría Rodrigo Bueno a los 52 años según la inteligencia artificial – El Cordillerano

El recuerdo de Rodrigo Bueno sigue tan vigente como el día de su partida. El cuartetero cordobés, que falleció el 24 de junio de 2000 en un trágico accidente automovilístico a los 27 años, hoy tendría 52. Y en medio de la nostalgia que despierta cada aniversario, una aplicación de inteligencia artificial recreó cómo se vería en la actualidad, generando un impacto inmediato entre sus fanáticos.

La herramienta utilizada fue FaceApp, una de las más populares en el último tiempo por su capacidad de proyectar el paso del tiempo en los rostros. Con esa tecnología, la IA estimó la apariencia que tendría Rodrigo Bueno en la actualidad: un hombre de poco más de cincuenta años, conservando su impronta pero con las huellas lógicas de la madurez.

El Potro, como lo apodaban sus seguidores, logró en muy poco tiempo convertirse en una leyenda de la música popular argentina. Su voz inconfundible y su carisma llevaron al cuarteto a conquistar escenarios que antes parecían imposibles, incluyendo Buenos Aires, donde se transformó en un fenómeno de masas.

La historia artística de Rodrigo Bueno comenzó de manera precoz. A los dos años ya había pisado un estudio televisivo en Fiesta de Cuarteto junto a Carlos “La Mona” Jiménez, gran amigo de su madre, Beatriz Olave. Durante su infancia grabó un disco infantil con canciones de María Elena Walsh, titulado Disco Baby, que anticipaba el vínculo inseparable que tendría con la música.

Con apenas 13 años, se sumó a la banda Manto Negro, donde comenzó a pulir su estilo como cantante. En 1987 llegó su primer disco solista y, cuatro años más tarde, su presentación en el Fantástico Baile, una experiencia que marcaría el inicio de una carrera meteórica.

Su vida, sin embargo, se apagó demasiado pronto. Aquella madrugada de junio del 2000, Rodrigo Bueno viajaba en la autopista Buenos Aires La Plata cuando perdió la vida en un accidente que también se llevó a otras dos personas. La noticia paralizó al país entero y dio inicio a un mito que sigue creciendo con los años.

Hoy, a través de la inteligencia artificial, sus seguidores pueden imaginar cómo luciría el ídolo si estuviera vivo. Más allá de la curiosidad tecnológica, la imagen refuerza la idea de que El Potro trasciende el tiempo: su música, su estilo y su magnetismo lo mantienen intacto en la memoria colectiva, como si nunca se hubiera ido.