
La política internacional conoció, a lo largo de la historia, maridajes muy puntuales. Quizá uno de los más recordados fue el que anudaron, a partir de 1959, Cuba y la Unión Soviética. El vínculo respondió a objetivos indudables. En el caso del Estado azucarero, económicos. En el de la URRS, geopolíticos.
El país euroasiático logró un balcón privilegiado para poder vigilar e incluso amenazar (crisis de los misiles en 1962) a la primera potencia mundial: Estados Unidos. Mientras el idilio se mantuvo y la amante latina accedió a los requerimientos, los beneficios fueron significativos. Cuando el gobierno de Moscú colapsó, las dádivas desaparecieron. Los avances, sobre todo en educación y salud, ingresaron en conos de sombras. Hoy, la crisis energética en Cuba se mitiga con velas. La pauperización de sus habitantes alcanza niveles alarmantes.
Salvando las distancias, el actual entendimiento comercial entre la Argentina y los Estados Unidos se centra, casi exclusivamente, en aportes financieros del coloso norteño. La contraprestación, según deducciones fundadas, implica un dominio estratégico sobre áreas donde EE.UU. necesita contar con decisivos centros de contralor: Venezuela y Colombia.
Asistimos a un sucedáneo de las relaciones carnales establecidas por Carlos Menem. El paralelismo entre uno y otro caso no es antojadizo. Abriga incertidumbres e impide saber qué nivel de costos traerá aparejado. La experiencia isleña fue nefasta. Sobre la base de sus resultados es de esperar que no implique afectaciones a nuestra soberanía y condenas irremediables para futuras generaciones de argentinos.
Alejandro De Muro demuroalejandro4@gmail.com
OTRAS CARTAS
Sobre fallos arbitrales y el polémico título a Rosario Central
Observo con tristeza cómo los dirigentes de la AFA (Tapia, Toviggino, etc.) están destruyendo una de las pasiones más sagradas de los argentinos: el fútbol. Lo que el sábado le hicieron a San Lorenzo -como también lo que le hicieron a Huracán la fecha pasada- es literalmente un robo. Pero lo que más me duele es ver cómo cada vez más gente dice “cuánto nos está costando haber ganado el Mundial de Qatar”. Lo mismo duele ver a jugadores como Di María aceptar que se determine campeón a su equipo, cuando las reglas de juego al comenzar el torneo eran otras. También es triste escuchar a muchos hinchas decir que Tapia y toda la runfla que lo rodea llegó adonde está por la Selección. Y que si es así, esperan que en el próximo Mundial Argentina no pase de la primera ronda. Espero que Messi no entre en la misma vorágine y que sepa diferenciarse del dirigente corrupto que tenemos instalado en la AFA. Somos el hazmerreír de todo el mundo del fútbol.
Alfredo Mansur fredymansur@hotmail.com
Expreso mi alegría por el acto de dignidad de los jugadores de Estudiantes ante la orden de la Liga Profesional de hacer el pasillo en la salida del “campeón” Rosario Central. El presidente de la AFA está desesperado para que su equipo salga campeón del Torneo Clausura. Sugiero a los equipos que jueguen contra Barracas que se pongan de acuerdo y hagan la misma protesta que hizo San Lorenzo en 1963 contra Independiente: quedarse parados y que gane Barracas. Sé que es difícil, pero es un acto para que de nuevo el fútbol se vuelva digno para el verdadero hincha. La dignidad y el honor no se ganan en un escritorio sino con hechos. Y esto puede ser el punto de partida para que el fútbol argentino pueda volver a ser respetado. Puede parecer una utopía, pero el domingo Estudiantes dio el puntapié inicial que los dirigentes no se atreven o no pueden realizar.
Oscar R. Giudicelli Giudicelli@hotmail.com.ar
El pasillo de los jugadores de Estudiantes de espalda a los de Rosario Central, más allá que el título otorgado al Canalla sea discutible, es un desplante a compañeros de profesión. Esto habla que en el fútbol argentino no hay amistad ni respeto. ¿Qué culpa tienen los jugadores de Central de decisiones que toma la AFA? Dar la espalda fue un acto de obediencia debida a la dirigencia de Estudiantes, más que un sentimiento de los jugadores. No soy hincha de Estudiantes ni de Rosario, soy hincha de fútbol, y me dio asco este acto vergonzoso de Estudiantes.
Darío Diaz dariodiazalb@gmail.com
“Es clave la educación para un consumo sustentable”
Cambiamos el consumo o éste nos consume. Ese es el debate que hoy impera mundialmente. Nuestras compras de indumentaria están siendo forzadas fuertemente con tendencias de moda de rápido descarte, fomentada por publicidad tendenciosa de las cadenas globales de China. En este esquema de dilapidación de recursos aparecen estadísticas que sólo el 1% de los textiles que consumimos se reciclan o reutilizan, tirando la mayoría de ellos en vertederos o formando “montañas” en bellos paisajes. Por ejemplo, en el desierto de Atacama (Chile) hay miles y miles de kilos de ropa que generan una contaminación galopante. No solo está la cuestión ambiental sino la social: desde lo ocurrido en el derrumbe de un edificio en Bangladesh en 2013 donde murieron más de 1.000 trabajadores costureros, se tomó dimensión de lo que significa el trabajo digno en toda la cadena de suministro textil. Como usuarios es importante reflexionar tres cosas antes de adquirir un producto: si las prendas tienen algún sello de certificación de condiciones laborales/ambientales; si podemos revenderlas en un circuito de economía circular luego del uso y si es de calidad para que pueda durar más tiempo su ciclo de vida. El cambio depende de nosotros…
Adrian G. Choren Polotpo9@hotmail.com
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